07 Enero 2025
La disputa entre Kylian Mbappé y el París Saint-Germain (PSG) dejó de ser solo un tema contractual para convertirse en una amenaza que podría comprometer la participación del club en la próxima edición de la Champions League. El delantero del Real Madrid exige el pago de 55,4 millones de euros que, según dos fallos de la Ligue de Football Professionnel (LFP), el PSG le adeuda en concepto de salarios, primas y bonificaciones no abonadas. Sin embargo, la directiva parisina ha optado por llevar la discusión a la justicia ordinaria, apelando los fallos iniciales y prolongando un litigio que parece interminable.
El reclamo de Mbappé incluye una prima de fichaje de 36,6 millones de euros, salarios de abril, mayo y junio de 2024 (estimados en 5,75 millones de euros mensuales) y primas éticas de 500.000 euros por mes. Aunque el PSG reconoce el monto adeudado, argumenta que existía un “pacto de caballeros” entre el jugador y el presidente del club, Nasser Al-Khelaïfi, que supuestamente exoneraba al equipo de pagar estas sumas. Sin embargo, al no existir un documento firmado, esta versión no fue validada por las instancias legales deportivas.
El principal problema radica en las estrictas normas financieras de la UEFA. Según el artículo 82 del reglamento, los clubes que deseen participar en competiciones europeas deben acreditar la ausencia de deudas con empleados y jugadores en fechas clave: 15 de julio, 15 de octubre y 15 de enero. Si el PSG no salda su deuda con Mbappé antes del 15 de enero, podría enfrentar sanciones graves, desde la imposibilidad de fichar jugadores hasta la exclusión de competiciones continentales por hasta dos años.
Un reloj en cuenta regresiva
El PSG asegura que cumplirá con los requisitos de la UEFA, pero los abogados de Mbappé han solicitado una intervención más firme, instando a las autoridades europeas a sancionar al club en caso de incumplimiento. Mientras tanto, la UEFA se encuentra en una posición delicada: la presión de proteger a los jugadores y mantener la integridad de su reglamento contrasta con la importancia comercial de contar con un gigante como el PSG en sus torneos.
Aunque el PSG domina la escena local con sus títulos, la Champions League siempre fue su principal objetivo, y la sombra de una posible exclusión amenaza con trastocar los planes del club. Si bien el equipo insiste en estar “tranquilo”, el entorno de Mbappé mantiene su postura firme, evidenciando una disputa que podría sentar un precedente en el manejo de las finanzas y los derechos contractuales en el fútbol europeo.
A días del plazo límite, el conflicto sigue sin resolverse y los ojos del mundo futbolístico se posan sobre París. ¿Podrá el PSG evitar un desenlace que le costaría más que 55 millones de euros? La respuesta, como siempre, se definirá fuera de la cancha.
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