Recuerdos fotográficos: cara y ceca de las tormentas
En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes lectores les haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.
Las lluvias en Tucumán traen sensaciones muy contradictorias. Muchas veces implican alivio ante las agobiantes jornadas de más de 30 grados a las que ya nos acostumbró nuestro clima subtropical con estación seca. Otras veces son sinónimo de tragedias, de momentos dramáticos y de tristezas.
La calle 24 de septiembre cuando pasa por debajo del puente ferroviario Central Córdoba tiene un poco de todo eso. Para muchas familias traen del pasado circunstancias tristes por las múltiples tragedias o por las complicaciones que generaron las inundaciones cuando las tormentas se ensañaron con Tucumán. Para otros es el divertimento de jugar y nadar bajo la lluvia.
La fotografía que extrajo del Archivo de LA GACETA Jorge Olmos Sgrosso encierra ese juego de sensaciones contradictorias que tiene esa esquina y que ya sabemos acarrean las grandes lluvias en nuestra provincia.
La imagen fue tomada el 11 de enero de 1958 horas después de que el cielo se desplomara sobre la ciudad. Hasta allí fueron a nadar seis jóvenes que se divirtieron como si estuvieran en una gran pileta de natación. Pero, en aquella jornada no todo fue alegría ni divertimento ni alivio. La tormenta también fue tragedia. El joven que sonríe en el extremo izquierdo estaba viviendo sus últimos momentos. Horacio Nicolás Medina, de 19 años, nadó unas horas más y luego murió ahogado.