Venezuela vive días de tensa calma. Este 10 de enero es la fecha fijada para la toma de posesión del presidente electo el pasado 28 de julio, cuando Nicolás Maduro se proclamó ganador y la oposición reclamó el triunfo para Edmundo González.
Aunque la mayoría de los analistas dan por descontado que Maduro reasumirá un nuevo mandato, en ciertas zonas del país se guarda esperanza sobre los anuncios que, con recurrencia, desde la clandestinidad, hace Corina Machado en torno a la cercanía de un cambio político en el país. “El Gobierno está dividido, ellos están más débiles que nunca”, ha reiterado la líder opositora estos días en algunas entrevistas. La dirigente insiste en aconsejarle a Maduro que acepte los términos para una transición pacífica dentro del marco constitucional.
Los mandos chavistas también se muestran amenazantes. Advierten a la oposición sobre las consecuencias de un procedimiento “inconstitucional”. La temida Ley Simón Bolívar, por la que se condena con inhabilitaciones de 60 años, cárcel o multas a quienes atenten contra la patria, ya está en vigencia. La ONG Foro Penal contabiliza para la última semana del año 1800 prisioneros por motivos políticos. Entre los detenidos, se encuentra Nahuel Gallo, el gendarme argentino acusado de terrorismo por el régimen bolivariano.