Alejandro Garnacho, el joven delantero argentino que ilusiona al fútbol mundial, atraviesa un momento difícil en el Manchester United. Según revelaron medios británicos, el atacante habría tenido un cruce con el entrenador Rubén Amorim durante un partido de Europa League ante el Viktoria Plzen, lo que lo dejó fuera del clásico ante el Manchester City y lo relegó al banco en los últimos cuatro partidos.
El incidente habría ocurrido cuando Garnacho, campeón de América con la Selección Argentina, fue llamado a recibir indicaciones antes de ingresar al campo. Según las versiones, mientras Amorim le daba instrucciones desde la línea de banda, el jugador se dio media vuelta y se alejó, un gesto que en el entorno del club interpretaron como una falta de respeto. Esto habría motivado al técnico portugués a tomar una postura firme, excluyéndolo del derbi y limitando sus minutos en los partidos posteriores.
Sin embargo, desde el círculo cercano de Garnacho niegan que haya habido un acto de desobediencia intencional, calificando la situación como un simple malentendido. A pesar de estas explicaciones, el episodio deja en evidencia las estrictas normas de conducta que Amorim busca implementar en un equipo que se encuentra en plena reconstrucción, tanto en lo táctico como en lo disciplinario.
La exclusión de Garnacho también abrió el debate sobre su rol en el esquema táctico de Amorim, quien ha optado por un 3-4-3 desde su llegada al United. En lugar del argentino, el entrenador alineó al neerlandés Joshua Zirkzee en la banda izquierda durante el clásico ante el Newcastle, aunque su desempeño no convenció y fue sustituido antes del entretiempo por Kobbie Mainoo. Estas decisiones han despertado críticas entre los seguidores del equipo, que ven en Garnacho un talento que el United no puede darse el lujo de desperdiciar.
Además, el presente colectivo no acompaña. Los “Diablos Rojos” acumulan tres derrotas consecutivas en la Premier League, con actuaciones flojas que los dejaron en el decimocuarto lugar de la tabla. Con apenas 22 puntos en 20 jornadas, están a 23 unidades del líder Liverpool y a sólo siete de caer en la zona de descenso. Este contexto agrega presión sobre el propio Amorim, quien enfrenta el desafío de enderezar el rumbo de un equipo que se muestra cada vez más frágil.
La polémica también trascendió al ámbito mediático. Graeme Souness, exfutbolista y analista, dedicó una columna en el Daily Mail para criticar la actitud de algunos jugadores del United, incluyendo a Garnacho. “¿Alguien puede recordarme quién es exactamente?”, ironizó, cuestionando la actitud del argentino y sugiriendo que necesita madurar si desea cumplir con el potencial que se le atribuye. “Actúa como si estuviera varios escalones arriba, pero solo es un joven en una escalera de diez peldaños. Si no cambia, no llegará a desarrollarse como debería”, agregó.
Más allá de las críticas, desde el club insisten en que no existe una fractura irreparable entre Garnacho y Amorim. Según fuentes cercanas al cuerpo técnico, la relegación del delantero responde a decisiones tácticas y no a problemas personales. En los últimos encuentros, el joven ingresó desde el banco en las derrotas ante Bournemouth, Wolverhampton, Newcastle y Tottenham, acumulando minutos, pero sin lograr ser determinante.
Un talento en busca de reafirmación
Con solo 20 años, Garnacho sigue siendo considerado una de las mayores promesas del fútbol europeo. Su velocidad y habilidad lo convierten en una pieza valiosa para el Manchester United, pero también enfrenta el desafío de adaptarse a las exigencias de un club que históricamente ha luchado por mantener la disciplina y la estabilidad en un vestuario lleno de egos y presiones.
El camino no será fácil. En medio de un entorno complejo y con un entrenador que busca imponer un estilo riguroso, Garnacho deberá demostrar que tiene la madurez y el compromiso para consolidarse como una figura clave del equipo. Si logra superar este bache, el delantero argentino reafirmará su estatus como uno de los jugadores con mayor proyección del fútbol mundial.
Por ahora, la pelota está en su cancha.