La valentía y el coraje de un niño de ocho años le permitieron sobrevivir en uno de los lugares con mayor densidad de población de leones en África. Luego de una intensa búsqueda, cuando las esperanzas ya estaban casi agotadas, los guardabosques que registraban la zona lograron detectar las huellas frescas del joven, quien había resistido a uno de los entornos más hostiles del continente.
Timotenda Pandu de ocho años fue hallado con vida luego de desaparecer por cinco días en el Parque Nacional de Matusadona, en el norte de Zimbabwe. Se trata de uno de los entornos más adversos para la estadía humana debido a la presencia de peligrosos depredadores, así como por sus condiciones climáticas. Allí, el pequeño logró sobrevivir desde el primero de enero, cuando se alejó Kasvisva, su aldea.
El niño logró sobrevivir a cinco días en el “peligroso” parque
El niño se adnetró al menos unos 23 kilómetros de su casa hacia el “peligroso”, Matusadona Game Park, dijo la diputada de Mashonaland West, Mutsa Murombedzi, en X. Este lugar es una extensión de 1.476 kilómetros que bordea el Lago Kariba, conocido pos sus aguas infestadas de cocodrilos. Allí pasó cinco días alimentándose de frutas silvestres, específicamente de tsvanzva, un fruto local de sabor ácido, y utilizando técnicas tradicionales para obtener agua.
El menor cavó pequeños pozos en el lecho seco de un río utilizando un palo, una habilidad que aprendió en su comunidad, donde las sequías son frecuentes, detalló Murombedzi. “Dormir en un lugar tan expuesto, en medio de depredadores, es algo que pocos adultos podrían soportar”, afirmó la funcionaria en su posteo, quien calificó la experiencia del niño como “una prueba de resistencia y conocimiento ancestral”.
Luego de una intensa búsqueda hallaron al pequeño en buenas condiciones de salud
La búsqueda fue intensa y los ánimos perdían fuerza a medida que pasaba el tiempo. Sin embargo, el quinto día fue crucial: los guardabosques, que recorrían los caminos en sus vehículos, encontraron huellas frescas en un lecho seco del río Ume. Aquel rastro, pequeño y frágil, era una promesa. Al volver por el mismo sendero, divisaron al niño. “Esta era probablemente su última chance de ser rescatado después de cinco días en la naturaleza”, afirmó la parlamentaria.
El niño fue hallado débil y deshidratado, por lo que fue colocado inmediatamente en un tratamiento intravenoso para estabilizar su condición. Según The Times, su estado de salud, aunque frágil, no presentaba complicaciones graves, lo que se atribuye a su capacidad para mantenerse hidratado y alimentado durante los días que estuvo perdido.
“Estamos abrumados de gratitud hacia los valientes guardabosques del parque, la incansable comunidad de Nyaminyami que tocó tambores cada noche y todos los que se unieron a la búsqueda”, escribió Murombedzi en X. Además, destacó que la supervivencia de Tinotenda es un testimonio del poder de la unidad, la esperanza y la fe.