La Argentina recibió ayer dos fuertes señales de apoyo en su lucha por conseguir que Venezuela libere al gendarme Nahuel Gallo, detenido por el régimen chavista el 8 de diciembre.
Por un lado, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó la detención arbitraria de Gallo, agente de la Gendarmería Nacional Argentina, por parte del régimen chavista de Nicolás Maduro en Venezuela, calificándola como un “crimen de lesa humanidad” en el marco del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
En un comunicado oficial, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, afirmó que la detención de Gallo representa una violación flagrante de normas internacionales, incluyendo la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, al haber sido incomunicado y privado de asistencia consular y legal. “Estos hechos son una prueba más de la violación sistemática de los derechos humanos fundamentales por parte del régimen venezolano”, aseveró.
Y exigió “que el régimen de Venezuela cumpla con los tratados y acuerdos internacionales sobre derechos humanos y relaciones internacionales; que certifique y garantice su seguridad física; que provea garantías de asistencia legal y contacto con su familia; y que libere inmediatamente a Nahuel Gallo”.
La resolución de la OEA se da en consonancia con la postura de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien ayer emitió la Resolución 1/2025, mediante la cual otorgó medidas cautelares en beneficio de Gallo, ante la falta de información oficial sobre su paradero desde su detención el 8 de diciembre de 2024 en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en Ureña, Venezuela.
El organismo señaló que el gendarme argentino, “se encuentra en una situación de gravedad y urgencia, toda vez que sus derechos a la vida e integridad personal enfrentan un riesgo de daño irreparable en Venezuela”. De acuerdo a la información proporcionada por la CIDH, el Cabo Primero de la Gendarmería Nacional de Argentina fue apresado mientras intentaba ingresar a Venezuela para visitar a su esposa venezolana y a su hijo de dos años. En ese momento, Gallo contaba con todos los documentos necesarios, incluyendo un pasaporte vigente y un pasaje de ida y vuelta, y planeaba alojarse en la residencia de su pareja durante su estadía. Sin embargo, tras una revisión de documentos., las autoridades del régimen bolivariano lo apartaron para realizarle una “entrevista”, le confiscaron su teléfono y lo dejaron incomunicado.
La CIDH destacó que, aunque altos funcionarios chavistas reconocieron públicamente que Gallo se encuentra detenido, no se dieron detalles sobre los motivos de su detención, los cargos que se le imputan, ni el lugar donde estaría recluido. Además, no se informó si recibió atención médica o si ha sido presentado ante un tribunal competente, lo que agrava la incertidumbre sobre su situación jurídica y física.
Según la CIDH, los abogados de Gallo en Venezuela fueron citados el 17 de diciembre de 2024 a la Fiscalía para obtener información sobre su paradero. Sin embargo, se les notificó que la denuncia por desaparición no procedería y no se les brindó información adicional.
En las últimas horas, se difundieron imágenes del gendarme argentino. Allí se lo puede ver con una remera y un pantalón color celeste claro, en una suerte de playón y frente a unas gradas. Los jerarcas venezolanos no brindaron precisiones del día ni del lugar en el que se tomaron. “Puede ser la cárcel de El Rodeo”, afirmó María Alexandra Gómez, la pareja que lo esperaba en Caracas.