La visita de Edmundo González Urrutia a la Argentina se da en momentos en que las autoridades de Venezuela ofrecen una recompensa de U$S100.000 por información que conduzca a su captura y en medio de un recrudecimiento de la tensión entre ambos países, debido a la detención en Venezuela de un gendarme argentino.
González, que se exilió en España en septiembre y prometió volver a su país para tomar posesión el 10 de enero -en lugar de Nicolás Maduro-, prevé reunirse hoy con el presidente, Javier Milei, en la Casa Rosada. En ese sentido, convocó a la comunidad venezolana en la Argentina a congregarse en la Plaza de Mayo.
Luego de su encuentro con Milei, González Urrutia viajará a Montevideo para reunirse con el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y con el canciller, Omar Paganini. Este mitin está previsto para la tarde de hoy, en la Torre Ejecutiva, sede de la Presidencia), lo que significará una señal de apoyo a los reclamos del opositor venezolano sobre los resultados electorales en su país.
El 20 de diciembre, España le otorgó asilo político a González Urrutia, acusado por la Fiscalía venezolana de los delitos de conspiración y de asociación para delinquir. Las autoridades electorales venezolanas proclamaron a Maduro reelecto para un tercer mandato consecutivo de seis años (2025-2031), aunque hasta el momento no publicaron detalles del escrutinio. La oposición denuncia fraude y reivindica la victoria de González Urrutia, sobre la base de la publicación de actas electorales en una web.
La Argentina desconoce la reelección de Maduro, al igual que Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América latina. Su proclamación desató protestas que dejaron 28 muertos y unos 200 heridos, además de 2.400 detenidos. Tres de los arrestados murieron en prisión y cerca de 1.400 fueron puestos en libertad condicional.
Maduro se prepara para juramentarse de cara a un nuevo período con el respaldo de la Fuerza Armada, cuyo alto mando le ha declarado lealtad absoluta.
Entretanto, la Cancillería argentina anunció el jueves que había denunciado a Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la detención arbitraria y desaparición forzada del gendarme argentino Nahuel Gallo, arrestado el 8 de diciembre y acusado de terrorismo por la Fiscalía venezolana. También pidió medidas cautelares en favor de Gallo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El canciller de Venezuela, Yván Gil, calificó la denuncia ante la CPI como un espectáculo penoso. La relación diplomática entre Milei y Maduro ya era tensa, pero se terminó de romper con el desconocimiento del resultado electoral en Venezuela.