No es el espejo: ¿Por qué nos vemos tan diferentes en los probadores de las tiendas?

No es el espejo: ¿Por qué nos vemos tan diferentes en los probadores de las tiendas?

Muchas veces vernos a un espejo de un probador puede generarnos un gran malestar. Las razones según la ciencia se deben a una serie de factores.

¿Por qué los probadores no siempre nos hacen lucir bien?
04 Enero 2025

Comprar ropa no siempre es una experiencia placentera, por el contrario, para muchas personas puede resultar todo un desafío. Desde la ropa con tablas de talles acotados hasta precios elevados, los obstáculos son muchos. Entre ellos, uno destaca por generar conflictos en los momentos de elegir qué prenda llevarse: los probadores pueden resultar un verdadero dolor de cabeza y los estudios lo han comprobado.

El probador es uno de los componentes principales de una tienda de ropa y supone una de las fases cruciales en la decisión de compra. Es este diminuto habitáculo el que nos confirma o desalienta a comprar esa prenda que nos había parecido tan atractiva y pareciera que solo se trata de un contratiempo ya que, según una encuesta, son mayores las decepciones que las motivaciones.

Un estudio reveló que los probadores generan inseguridad y frustración

Un estudio realizado por la plataforma de venta de moda online ‘Zalando’ demostró lo frustrante que pueden resultar los probadores para quienes deciden comprobar cómo luce la ropa en su cuerpo. La investigación realizada a nivel europeo (14.609 adultos) y titulada Size & Fit revela datos conclusivos sobre esta experiencia:

- El 39% de los encuestados señala haber sentido al menos una de las siguientes emociones en un probador: inseguridad, frustración o decepción.

- El 40% de los encuestados en España deja de comprar como consecuencia de su experiencia en el probador.

Con un malestar generalizado sobre los probadores, la pregunta se vuelve más inquietante ¿Por qué los probadores nos hacen lucir mal? Entre las razones, creeríamos que el espejo es el principal culpable. Sin embargo, un artículo de El Mundo advierte que es estos artefactos no tienen tanta influencia en la distorsión de nuestro aspecto.

¿Por qué los probadores nos hacen lucir mal? la respuesta de los especialistas

En términos menos intuitivos y más profesionales, el estudio de interiorismo comercial CAAD Design lo ve así: "Los probadores deben ser lugares espaciosos para aportar comodidad al cliente y evitar la sensación de claustrofobia que estos espacios pueden provocar debido a su tamaño. Nosotros aconsejamos que estos midan por lo menos 1'20 metros cuadrados. El tamaño de estos espacios debe permitir al cliente cambiarse con holgura y libertad de movimientos". Es famoso, por ejemplo, que en Estados Unidos, por regla general, los probadores tienen mayor tamaño que en Europa, donde se realizó el estudio.

Espacio y luz son los dos elementos clave en un probador y, curiosamente, es frecuente que no se les preste demasiada atención. Cuanto mayor es el probador, mejor te verás, entre otras cosas porque tu perspectiva respecto a tu propio reflejo será más abierta y por tanto, más completa y realista. Es como cuando te haces un selfie en un espejo. Si estás demasiado cerca, y sacás la foto desde la altura de tu cuello, el resultado va a ser un acortamiento radical de tus piernas. Si por el contrario te alejás lo suficientemente del espejo, verás tu cuerpo más completo, y si te ´tomás una foto, el cuerpo aparecerá mucho más proporcionado. Así que, si no nos convence lo que vemos, antes de tener un ataque de ansiedad, debemos salir del probador y mirarnos al espejo desde más lejos.

¿Cuál es la parcticularidad de lso probadores de las tiendas?

La luz es otro factor crucial en la percepción de nuestro aspecto y puede distorsionar completamente nuestra mirada. Si se limita a un crudo foco cenital generará sombras poco favorecedoras al caer sobre el cuerpo, como mínimo. Por eso, los sistemas que difuminan la luz son tan recomendables en los probadores. Para CAAD Design, "la iluminación de los probadores es un aspecto fundamental". Influirá, explican, "en cómo se verá el cliente en el espejo. Debemos escoger una luz neutra que favorezca el aspecto del cuerpo frente al espejo y no produzca demasiadas sombras". 

 La luz debe ser lo más parecida posible a la natural y caer suavemente sobre el probador y sobre nosotros, no como un hachazo a traición. "No basta con tener un punto de luz central, sino que se recomienda tener varios puntos de iluminación para lograr una iluminación adecuada en todo el espacio", sugieren desde el blog Montesco Jeans.

¿Cuál es la parcticularidad de lso probadores de las tiendas?
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