Armar el árbol se convirtió en un ritual familiar y cultural para celebrar la Navidad. Es una práctica que fomenta la unión familiar, la creatividad y la alegría en torno a la festividad. Y si bien todos saben cuándo armarlo (el 8 de diciembre), la gran pregunta que muchos aún se hacen es: cuándo se desarma el árbol de Navidad.
La respuesta a esta duda varía según las costumbres, las tradiciones religiosas y hasta las creencias populares. Algunos eligen mantenerlo hasta que las luces navideñas pierden protagonismo en el barrio, mientras que otros se guían por fechas específicas con significados históricos o culturales.
Sea cual sea la decisión, el momento de guardar el árbol puede ser una oportunidad para reflexionar sobre el cierre de un ciclo y dar la bienvenida al nuevo año.
¿Cuándo se desarma el árbol de Navidad?
Aunque cada familia lo hace cuando le queda mejor, lo cierto es que hay un día que parece bien desarmarlo: el 7 de enero. O sea: un día después de celebrar la llegada de los Reyes Magos. Y es que el Día de Reyes, el 6 de enero, es la última de las grandes festividades de la Navidad cristiana.
En muchos países, especialmente de América Latina y Europa, el árbol de Navidad se arma el 8 de diciembre porque coincide con la celebración católica de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
El 8 de diciembre la Iglesia Católica celebra que la Virgen María fue concebida sin pecado original, un dogma proclamado oficialmente por el Papa Pío IX en 1854.
Al ser una fecha importante en el calendario litúrgico, se asocia con la preparación espiritual para la llegada de Jesús en Navidad. Decorar el árbol es una forma de unir la celebración religiosa con la tradición festiva.
Así, en muchos hogares, el 8 de diciembre marca el comienzo oficial de la temporada navideña. Es el momento en que se empieza a decorar la casa, no solo con el árbol, sino también con otros adornos como el pesebre y las luces.
Una vez que el almanaque estrena el día 7 de enero, día que marca el final de las festividades navideñas, habrá llegado el momento de entregarse a la tarea de desarmar el árbol.
Pero en algunas culturas las fechas pueden extenderse un poco más. Por ejemplo, en México, la tradición se extiende hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, que conmemora la presentación del Niño Jesús en el templo.