Vecinos del barrio Oeste II temen una escalada de violencia

Vecinos del barrio Oeste II temen una escalada de violencia

La trama secreta del ataque a un joven que aún pelea por su vida. Un pacto de paz que no fue respetado por “soldaditos”

Gustavo Rodríguez
Por Gustavo Rodríguez 03 Enero 2025

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El ataque que sufrió un joven que se encuentra en estado delicado es un eslabón más de la cadena de violencia que asfixia al barrio Oeste II desde hace varios años. Es una alerta de que una nueva disputa territorial por el narcomenudeo se estaría desatando en el oeste de la capital tucumana.

“Esto fue una desgracia. Andaban todos relocos (drogados) con armas. No murió nadie porque esta gente sigue teniendo esa suerte”, explicó María Laura Fernández, una de las pocas que quiso hablar con la única condición de no decir ni una palabra sobre lo que ocurrió durante las primeras horas del 2025. En este vecindario, como en otros donde hay disputas de narcos, el silencio salva vidas.

Esa fue la razón por la que el fiscal Carlos Sale tuvo que rearmar un rompecabezas para determinar lo que había pasado. Leandro “Cantina” Álvarez se presentó en un domicilio, rompió la cámara de seguridad que enfoca la calle y realizó varios disparos. Después habría amenazado a un tal “Paja” (condenado por la desaparición de María de los Ángeles Verón) y atacó a tiros a un joven que estaba con su novia que no aguantó la ola de insultos que le propinó el joven.

El violento raid llegó a su fin cuando tres jóvenes que se desplazaban en un vehículo alcanzaron a “Cantina” y le dispararon. Un proyectil ingresó por la espalda y le salió por el pecho afectando uno de sus pulmones y otro, en la pierna. Sale sólo pudo establecer que los atacantes se movilizaban en un auto Fiat Uno blanco y que sus ocupantes serían un tal “Chino Pato”, un tal “Chara” y un tal “Rogelio”. Lo único confirmado en este caso es la violencia de los sucesivos hechos que se registraron. Los peritos encontraron 29 vainas de pistolas nueve milímetros.

Desde ayer que son intensamente buscados por la Policía, mientras que sus familiares contactaron abogados para que los defiendan porque sostuvieron que eran inocentes y que no habían estado en el barrio cuando se registraron los ataques.

Mar de fondo

En el Oeste II todos se conocen y saben que este hecho es tan solo un anticipo de lo que puede pasar. A mediados de diciembre, Javier “Chuky” Casanova y Santiago “Cara i’ Gota” Villafañe habrían acordado poner fin a la disputa que mantienen desde hace años por el dominio territorial.

Recientemente, pese a que ambos lo desmintieron, se enfrascaron por la lucha por el poder de la barra brava de San Martín. Una pelea que incluyó la exhibición de una polémica bandera en La Ciudadela durante todo un partido de fútbol y el ataque a tiros en contra de Facundo Ale. “Pensamos que todo se iba a calmar, pero no pasó nada. Quedó demostrado que ellos no pueden frenar a su gente”, dijo Julio Ruiz. El pacto, según los vecinos, incluía a sus soldaditos, pero fueron ellos los primeros en romperlo.

“Cantina” es la mano derecha de “Cara i’ Gota” y habría estado presente en el momento en el que acordaron la paz. “Chino Pato” y “Chara” estaban encolumnados detrás de “Chuky”. El último, siendo menor de edad, fue acusado junto a su hermano del crimen de Daniel “Fierrito” Luna, registrado en noviembre de 2022. Él recibió una condena de cumplimiento condicional en un juicio abreviado, su hermano fue penado a 12 años de prisión y actualmente ocupa un calabozo en el penal de Villa Urquiza.

“Vamos a ver qué pasa ahora. Estamos cansados de vivir en medio de estos enfrentamientos. Encima todo lo hacen para poder vender la porquería que consume la changada. Todos estos son unas plagas que lo único que hacen es arruinar al barrio”, explicó Marcos Domínguez, un jubilado que piensa irse a vivir con su hija por cuestiones de seguridad. “Lo único que me frena es que se metan en el departamento y después no los saco más. Los ocupan para guardar armas o droga”, agregó mientras una mujer le imploraba que no hablara más.

Las teorías

En las últimas horas se conocieron diferentes versiones sobre lo que ocurrió el miércoles por la mañana. En las redes sociales ayer circuló la información de que uno de los sospechosos de haber herido a “Cantina”, por temor a sufrir represalias, se había quitado la vida. Pero esa versión fue desmentida por los allegados del señalado. Para muchos, ese rumor fue un mensaje tipo mafioso de la banda rival.

En un primer momento se pensó que Álvarez había atacado la casa de “Chuky”, pero sólo fue un rumor que alteró más los nervios del vecindario. El atacante, en realidad, baleó la vivienda de “Chino Pato”. “Se dijeron un montón de giladas, pero lo único cierto es que la gente de bien no puede salir a la calle porque estos delincuentes se la pasan a los tiros”, dijo una atemorizada Cecilia M. “Lo más grave es que esto no quedará así. Mañana, la semana que viene o dentro de un mes, los familiares o los amigos del herido querrán vengarse”, añadió la mujer que sólo vive ahí porque debe atender a su madre enferma.

Cuentan los vecinos que un nuevo frente de conflicto se desató en el Oeste II. “Chino Pato” y “Chara” habrían decidido independizarse de “Chuky” para comenzar a tejer su propia red de narcomenudeo. Este plan les generó un enfrentamiento contra “Cara i’ Gota” que derivó en el ataque.  “Eso dicen, pero hay que ver cómo quedan las cosas ahora porque esto no quedará así. Habrá más violencia, de eso estoy seguro. Hace 10 años que vivo con el corazón en la boca por todos estos incidentes. Espero que alguien haga algo pronto”, finalizó Mario Herrera.


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