"Es como soltar un hijo", las sentidas palabras de un profesional que se aleja de Atlético Tucumán

"Es como soltar un hijo", las sentidas palabras de un profesional que se aleja de Atlético Tucumán

Nicolás Ramos decidió dar un paso en su cargo en el departamento de nutrición por diferencias de criterios y económicas con la dirigencia.

Daniel Alfredo Coronel
Por Daniel Alfredo Coronel 02 Enero 2025

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El famoso entrenamiento invisible, en los últimos años, está dejando de hacerle honor a su nombre. Es que ahí están las horas de descanso, la alimentación, la vida social, la actividad cognitiva y la vida afectiva de cada uno de los profesionales. Durante muchos años los clubes dejaban librado este aspecto que suele ser muy importante para el alto rendimiento en clubes profesionales como es el caso de Atlético Tucumán.

Aunque algunas cuestiones de las antes mencionadas tienen que ver con el ámbito privado, lo fundamental es ofrecerle al profesional siempre herramientas para mejorar su calidad de vida de acuerdo a su profesión y en ese aspecto, la nutrición es clave.

Después de nueve años de dedicación y trabajo, Nicolás Ramos, el ahora exnutricionista del Atlético Tucumán, decidió cerrar un capítulo importante en su carrera profesional. Tras la decisión el licenciado se refirió a los logros alcanzados y a los desafíos a los que se enfrentó, antes de tomar la sorpresiva decisión. “En 2015, cuando ingresé, el área de nutrición en Atlético no existía. Lo que había era muy básico: a los jugadores le daban una banana en el entretiempo y nada de planificación estructurada. Me tocó empezar desde cero. Recuerdo preparar bebidas isotónicas caseras porque ni siquiera teníamos Gatorade durante la semana”, recordó.

A lo largo de casi una década, Ramos fue el artífice de una transformación significativa en el club. Implementó desayunos organizados, planes alimentarios personalizados, estrategias de hidratación y un sistema de evaluación constante basado en antropometría y composición corporal.   “Durante mucho tiempo, todo se sostuvo a base de esfuerzo propio. Desde comprar vajilla y alimentos con el dinero recaudado en las multas de los jugadores, hasta negociar canjes para suplementos y comidas postpartido. El área fue creciendo, y hoy puedo decir que dejamos algo funcionando al 100 %, con desayunos, almuerzos, suplementos, y guías alimentarias personalizadas según objetivos específicos”, explicó con orgullo. 

El trabajo no fue sencillo. Ramos debía coordinar con el preparador físico para ajustar los planes calóricos en función de las demandas de los entrenamientos, además de capacitar al personal del club y a los propios jugadores. “No es solo bajar o subir de peso. Es entender cómo cada detalle influye en el rendimiento deportivo. Desde enseñar pautas de hidratación hasta diseñar menús equilibrados. Todo esto impacta directamente en la competencia”, señaló.

El desafío del receso

Uno de los mayores retos para el equipo de nutrición es gestionar los periodos de receso. “Cuando llegan las vacaciones largas, como esta última, los jugadores parten con guías alimentarias y objetivos claros. Pueden permitirse cierta flexibilidad durante la primera semana, pero luego deben normalizar sus hábitos para no regresar fuera de forma”, explica. 

El margen tolerado en las vacaciones es de un kilo, un parámetro ajustado con precisión durante todo el año. “Pesábamos a los jugadores dos veces por semana, con una variabilidad máxima permitida de entre 500 y 700 gramos. Más allá de eso, se corre el riesgo de afectar el rendimiento. Pero en general, la mayoría de los jugadores cumple con lo establecido”. 

Sin embargo, no siempre fue fácil. “Hay perfiles más complicados, especialmente en jugadores jóvenes. Algunos regresaban fuera del objetivo, pero el trabajo siempre fue individualizado, respetando las demandas físicas y evitando recortes calóricos bruscos que pudieran aumentar el riesgo de lesiones”. 

Los motivos del alejamiento

Pese a los avances logrados, Ramos decidió dar un paso al costado. Las razones principales fueron diferencias de criterio y económicas con la directiva. “Después de nueve años, sentí que había pagado mi derecho de piso, y era momento de buscar algo que me permitiera también priorizar mi tiempo y calidad de vida”, confesó. 

Esta decisión no fue fácil. “Es como soltar un hijo. He visto cómo jugadores como Ramiro Ruiz Rodríguez, Ignacio Maestro Puch, Tomás Cuello y Gabriel Risso Patrón crecieron desde las divisiones formativas hasta la primera. Sentí que aporté un granito de arena a su desarrollo. Eso me llena de orgullo”, valoró Ramos que durante el 2023 rechazó una tentadora oferta de Talleres de Córdoba, priorizando al “Decano”.

Además, Ramos destacó el vínculo que construyó con los jugadores y el personal del club. “Cuando llegué, ni siquiera desayunaban en el club. Hoy, los jugadores entienden la importancia de la nutrición como parte integral de su rendimiento. Eso me deja tranquilo”, detalló.

Aunque su etapa en Atlético finalizó, Ramos no cierra la puerta al fútbol ni a nuevos desafíos en el ámbito deportivo. “Propuestas no faltaron, como la de Talleres y otros equipos regionales, pero por diferentes razones decidí quedarme en Atlético hasta ahora. En este momento estoy enfocado en otros proyectos, como mi consultorio y recientemente me llamaron para formar parte del equipo de trabajo de Tarucas, la franquicia tucumana que participará en el Súper Rugby Américas”, admitió Ramos.

Sin embargo, reconoce que su salida deja un sabor agridulce. “Me hubiera gustado que las condiciones fueran diferentes, pero siento que hice todo lo que estaba en mis manos para consolidar el área de nutrición del club. Me voy en paz, sabiendo que dejo una base sólida y funcional para quienes continúen”. 

En un deporte tan competitivo como el fútbol, Ramos demostró que la nutrición va mucho más allá de las calorías o los suplementos. Es un componente clave para potenciar el rendimiento, prevenir lesiones y garantizar la longevidad de los atletas. Aunque su etapa en Atlético ha llegado a su fin, el impacto de su trabajo será recordado por jugadores y colegas por muchos años. “Muchos jugadores me agradecieron el trabajo y me pedían que no me vaya; eso me llena de orgullo y siento que es el reconocimiento que no tuve desde otras áreas”, finalizó.

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