Hace un año había anunciado su retiro de los escenarios que habitó durante seis décadas. Para la despedida, tenía programados dos últimos conciertos de su gira “El adiós a una leyenda” en febrero en Estados Unidos, donde estaba radicado desde hacía 30 años, luego de haber pasado por México y por España desde su Santiago del Estero natal.
No pudo ser. Leo Dan falleció ayer, a los 82 años en Miami y dejó atrás una sucesión de éxitos que quedan como legado de una música romántica simple y directa, sin dobles sentidos y con una marcada sensibilidad popular que le valió ser reversionada por artistas tan diferentes como Café Tacuba o Ricardo Montaner, entre muchos otros y en una gran variedad de ritmos que van desde el vallenato o la cumbia colombiana hasta la ranchera mexicana o la chacarera argentina.
Así se saldó todo debate sobre la vigencia del músico nacido como Leopoldo Dante Tévez en Atamisqui el 22 de marzo de 1942, en el seno de una familia humilde y tenía 13 hermanos. “Santiago querido”, “Celia”, “Qué tiene la niña”, “Estelita”, “Qué tiene la niña”, “Por un caminito”, “Libre solterito y sin nadie”, “Te he prometido”, “Esa pared” y la inoxidable “Como te extraño mi amor” (incluso se la escuchó en un capítulo de la cuarta temporada de la sitcom “Seinfeld”), entre muchísimos temas más, forman parte del repertorio romántico del público iberoamericano.
“Esta mañana nuestro amado Leo Dan dejó su cuerpo en paz y junto al amor de su familia. Así, volvió a la luz pura de su Padre Celestial, para guiarnos y cuidarnos desde el infinito. Invitamos a todos los que formaron parte de su historia y que fueron tocados por su legado, a celebrar su amor, su música y su vida. Con mucha paz en el corazón, recordamos y sentimos su profundo amor… por siempre”, publicó su familia en las redes sociales, a modo de comunicado oficial. “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá”, fue la cita bíblica que se agregó en Instagram. El martes había publicado en internet: “¡Muchas gracias por acompañarme este 2024! Les deseo a todos un muy feliz Año Nuevo! ¡Los amo!”. Aún no se informó oficialmente la causa del deceso, pero el artista tenía problemas cardíacos y de hipertensión.
Comenzó en la música con cinco años, al aprender a tocar la armónica y la flauta, y desde los 16 empezó a cantar folclore y luego rock, antes del llegar a lo romántico. En los años 60 se mudó a la Capital Federal y sintetizó su apodo artístico con las primeras tres letras de sus dos nombres. Enrolado en la Nueva Ola, lanzó más de 70 discos, compuso unos 2.000 temas (traducidas al italiano, portugués, alemán, francés, inglés y japonés), actuó en cuatro películas, condujo el programa “Bajo el signo de Leo”, en Canal 9, escribió “Un pequeño grito de fe”, se autoproclamó sanador por imposición de manos y ganó un Grammy, aparte de muchos otros premios y reconocimientos. Desde 2019 tenía una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Plaza México, en California, Estados Unidos. En Spotify, según estadísticas de 2024, tuvo 32 millones de oyentes y hubo 465 millones de reproducciones de sus canciones.
Más allá de haber recorrido el mundo latino e iberoamericano, siempre reivindicó su identidad santiagueña e incluso incursionó en política en la década del 90 (ver “Lo político...”). “Estoy escribiendo una canción para toda mi gente de Santiago y de la Argentina, para recordar que seguimos vivos. Seguimos trabajando y planeando cosas”, le dijo a Radio Rivadavia en una entrevista hace 10 días, en la que confirmó que quería volver al país para un último show. “Mi vínculo con el público es eterno y espero que así lo siga siendo”, afirmó, sin saber quizás que ya lo era.