¿Es hora de consultar a un sexólogo? Cinco señales de que tu bienestar sexual merece atención

¿Es hora de consultar a un sexólogo? Cinco señales de que tu bienestar sexual merece atención

No tan solo problemas físicos pueden ocasionar dificultades a la hora de la intimidad. Qué dicen los expertos.

Ariane Armas
Por Ariane Armas 01 Enero 2025

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¿Sabías que el bienestar sexual es una parte fundamental de nuestra salud general? No obstante muchas veces, las personas no saben cuándo es el momento adecuado para buscar ayuda profesional en temas relacionados con la sexualidad.

“En una sesión con mi psicóloga fue ella quien me recomendó consultar a un sexólogo. Hasta ese entonces yo no sabía que ellos podían ayudar si las causas que no me dejaban disfrutar de los momentos de intimidad con mi pareja eran emocionales”, recordó Noelia Q.

Como le pasó a la maestra de 35 años, a largo de la vida de cualquier persona pueden surgir diversas inquietudes o dificultades sexuales que, si no se abordan, pueden afectar no solo la salud física, sino también las relaciones sentimentales.

Para saber cuándo es necesario hacerlo existen señales específicas que pueden indicar que es tiempo de buscar apoyo en este ámbito. Según un sondeo realizado a sexólogos de nuestra provincia, algunos de los más comunes son:

  • Dificultades para alcanzar el placer sexual o el orgasmo
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Cambios en el deseo sexual
  • Dificultades en la comunicación sexual con la pareja
  • Dificultades orgánicas (suelen ser diagnosticados por urólogos o ginecólogos)

Ruido

“En cualquier momento en la que se sienta alguna dificultad, molestia, incomodidad o ruido interno que te haga disfrutar menos de tu vida sexual es importante consultar con un sexólogo”, explicó Agustina Soria Gómez, licenciada en psicología y sexóloga.

El trabajo del sexólogo es brindar herramientas. No tocan a sus pacientes, sino que son guías en el camino que emprender para sentirse mejor sexualmente.

“Brindamos herramientas y recursos. Podemos acercarlos a muchas técnicas de relajación o  consciencia corporal para sacar todo el potencial físico que pueden llegar a tener”, detalló Soria Gómez.

Y agregó que los sexólogos también buscan que sus pacientes se conecten con su deseo y fantasías, además de invitarlos no constantemente a que  actualicen toda su vida sexual conforme pasan los años.

¿Solos o en pareja?

Este tipo de terapias se pueden realizar de forma individual o también en parejas, en caso de que ambas partes crean que sea necesario consultar por el bienestar de la relación. Y la diferencia entre ellas la detalló la sexóloga Florencia Arce.

“La terapia individual en dar solución a alguna disfunción como cambios en el deseo, dolor o  alguna otra dificultad que ya puede ser emocional, como por ejemplo,  vergüenza “, señaló la especialista.

HERRAMIENTA. En las terapias sexuales se ayudan a destrabar conflictos físicos y emocionales.

Mientras que por lo general, en la terapia sexual de pareja, la misma suele llegar en crisis. “En estos casos no solo se trabaja la dificultad sexual, sino en que ellos estén mejor el uno con el otro. Por ello se tocan temas como la comunicación, empatía, acompañamiento hasta llegar a la sexualidad”, expresó.

En todas estas formas, Arce remarcó que la sexología trabaja lo físico a partir de lo emocional ya que muchas disfunciones sexuales son más mentales y psicológicas que físicas. “En cuanto a la pareja es increíble el cambio y el avance que pueden experimentar. Hay muchos ejercicios para encender la chispa que los ayude a lograr la interacción que se deseen o a salir de la rutina”, ejemplificó. Un tip que ella dejó es el de besarse muy apasionadamente al menos dos veces por semana.

Mundo globalizado

En la actualidad la cultura está atravesada por la globalización y lo instantáneo. Las personas quieren todo ya. “El problema está cuando no podemos controlar a la ansiedad porque no tan solo nos va a afectar en el día a día sino también en lo sexual”, comentó Ivana Andrade psicóloga especialista en sexualidad.

“La libido disminuye si todo el tiempo pienso en mis preocupaciones y no tengo lugar para tener un deseo sexual, por lo que el estrés también va un poco de la mano”, observó. Allí la terapia psicológica puede ser útil no tan solo para personas que atraviesan dificultades para conectar emocionalmente con su pareja, sino también con el presente.

“Cuando alguien no puede conectar emocionalmente con un otro seguramente hay algo desde lo emocional, la vida personal, subjetiva e individual de esa persona que le impide el contacto y el pleno disfrute en el acto sexual”,  aseveró Andrade.

Pero para conectar que con la otra persona tenemos primero que conectarnos con nosotros mismos. “Primero tengo que encontrarme a mí, saber qué me duele y por qué tengo ese tipo de reacción, para recién poder conectarme en lo emocional y en la sexualidad para disfrutar de algo tan lindo y placentero, en necesitamos y merecemos tener todos nuestros sentidos activos y estar, así valga la redundancia, activamente en el presente”, aconsejó.

Mitos

Otra de las razones por los que muchos buscan a la sexología como aliada es para encontrar  información y/o psicoeducarse.

“La industria pornográfica, el exceso de adicción a la dopamina y a la inmediatez coarta y restringe una visión de lo que se espera que suceda, pero lo cierto es que no hay un manual para la sexualidad”, argumentó Araceli Tejerina licenciada en psicología.

“La psicoeducación se orienta a desconstruir los mitos instalados en referencia a diversos temas, por ejemplo, o que el objetivo encuentro sexual es el orgasmo. La consecuencia que trae es este modelo social orientado al resultado no al placer, como si fuese un criterio de éxito”, señaló.

“Otro mito muy escuchado es que ‘el deseo solo es espontáneo’ reducido a lo orgánico e interno ignorando que también existe un deseo reactivo, o que ‘los jóvenes tienen más deseo y más relaciones que la gente mayor’. También es muy común escuchar ‘si no tenés ganas tenés un problema’ o incluso que ‘la frecuencia del sexo define que tan bien estamos en la pareja o no’, algo que desplaza a un segundo plano el interrogante de si ese sexo de todos los días es genuino, deseado y voluntario”, cuestionó.

Así la sexología se muestra como un espacio terapéutico que se abre a preguntas para buscar la información acorde a cada paciente, para validar sus emociones y pensamientos, además de conducir a la renuncia o deconstrucción de los juicios que establecen una ilusoria normalidad en la sexualidad.

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