Vale retroceder en el tiempo para entender por qué Victoria Sauze Valdez es una de las deportistas más importantes de la historia en Tucumán. El 2024 de la leona alimentó esa certeza ya que se colgó otra medalla olímpica: la de bronce en París.
Agosto 7 de 2021 en la casa de calle Remedios de Escalada al 100, corazón de Yerba Buena y a pocas cuadras de Tucumán Rugby, club donde se forjó Sauze. Ese día LA GACETA fue testigo de cómo la familia de la mediocampista vivió la final olímpica de Tokio. Algunas sensaciones que se percibieron aquella mañana de invierno fueron nervios, ansiedad, ilusión, calma, alegría, tristeza. De nuevo, más felicidad. Aunque fue derrota ante Países Bajos, el orgullo de la familia por lo que “Vicky” había conseguido no decayó.
Ella hizo una videollamada desde el estadio japonés. Cuando finalizó la comunicación, en el living de la casa quedó flotando el espíritu de la jugadora. Si ella no estaba bajoneada ¿por qué debería estarlo el resto del mundo? No habían pasado ni dos horas de la derrota y “Vicky” ya funcionaba nuevamente en “modo ganar la medalla de oro”, lo único que a Las Leonas les falta obtener. “Ya tengo ganas de jugar otro torneo y tener revancha”, fue el mensaje central de aquel diálogo familiar tres años atrás.
Esa es la esencia de la leona tucumana, que la llevó a ser convocada al seleccionado nacional desde 2014. Competir, ganar, desear. Su semblante en el campo de juego transmite solidez y confianza. Sus palabras, igual, y por eso es una de las capitanas del ciclo del actual DT, Fernando Ferrara.
La meta en aquel Juego Olímpico en tierras asiáticas, como en cada cita desde Sydney 2000, era ganar la medalla dorada, el mismo objetivo que tenían este año. Conquistar una presea olímpica de cualquier color es el sueño por cumplir de todo deportista. Sauze ya lo logró por partida doble, pero quedarse con las ganas de un poquito más no es la especialidad de “Vicky”, ni de Las Leonas.
Con inicios en Tucumán Rugby, proyección en las preselecciones nacionales, paso y presente en River, presencia en la Liga de Países Bajos y la División de Honor española, la carrera de Sauze fue de mayor a menor, en cuanto a sacrificios se refiere, y a la inversa con respecto a su nivel de juego. Una evolución que a los 25 años, una edad poco habitual para llegar por primera vez a un equipo nacional, la convirtió en jugadora de Selección a la par de jovencitas cinco años menores que ella.
Más allá de quién sea el head coach de Las Leonas, en los últimos 10 años, la tucumana fue fija en los procesos. Ferrara, Carlos Retegui y Gabriel Minadeo interpretaron que “Vicky” es lo que se necesita en la dinámica de juego. Una dinámica que tiene su origen en Sergio Vigil, el revolucionario del hockey argentino, otro técnico que dirigió a la leona tucumana en River.
Todo ese andar alcanzó un clímax en este 2024. Es raro, de otro planeta como el juego que desplegaba, que la mejor jugadora de hockey de todos los tiempos bajase para brindar una felicitación. Eso hizo Luciana Aymar cuando “Vicky” cumplió los 150 partidos vistiendo la celeste y blanca. Fue un 31 de julio especial, porque la camiseta con los tres dígitos se la entregó Aymar luego de la victoria ante España. Hasta ese momento, en sus presentaciones internacionales Sauze Valdez había acumulado siete goles y muchos más elogios. Que “Lucha” le entregara la casaca en el estadio parisino “Yves du Manoir” fue una alabanza que se sumó a su historial deportivo.
En el partido siguiente, la tucumana anotó un gol más con la camiseta nacional. Fue en el 3-3 ante Australia en el que “Vicky” le puso una dosis de sorpresa al córner corto, la jugada fija por excelencia en el hockey sobre césped. La ejecución desde uno de los costados del arco rival, lo que se conoce como “servir la bocha”, tuvo como receptora a Sauze Valdez, que a diferencia de lo que suele hacerse, varió: fue ella la que detuvo la pelota y también disparó al arco. La ex “verdinegra” se valió de una combinación entre el giro de la cadera y un movimiento no tan amplio de los brazos para mandarla con potencia y precisión suficientes; las jugadoras australianas apenas pudieron ver pasar la bocha.
Desde ese partido y hasta el último que jugó la Selección en París, “Vicky” fue titular (en los tres anteriores había empezado en el banco de suplentes), brindando seguridad y solidez en las conexiones mediocampo-delanteras. Esas virtudes fueron las que le permitieron mantener la vigencia en los ciclos “albicelestes”.
Hoy, con 33 años, Sauze Valdez cuenta en su historial de conquistas con el subcampeonato mundial de 2022, la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, el título en la Pro League 2021-22 y la medalla de oro en los Juegos Panamericanos, donde abrochó el boleto hacia París 2024 para sumar su segunda presea olímpica. Todavía a la altura de un despliegue físico en sintonía con las nuevas generaciones, “Vicky” sigue vigente.
Hace pocos días Las Leonas lograron una de esas victorias que pintan como bisagra. O se puede albergar la esperanza de que funcione de esa manera: después de cuatro años y casi una quincena de enfrentamientos, Argentina pudo vencer a Países Bajos. En el cierre de la primera fecha de la FIH Pro League, disputada en Santiago del Estero, las europeas se vieron superadas. ¿Atemorizadas? Puede ser.
La última década del hockey femenino se define por lo que hacen Países Bajos y Argentina, aunque el predominio fue siempre de las neerlandesas. Por eso, una victoria sobre ellas puede transformar y elevar a Las Leonas. Es que el mérito de dominar la bocha ante las mejores del mundo ya no es una hazaña.
Hacia eso apunta este nuevo ciclo con un estilo marcado. La primera convocatoria luego de París mostró que el objetivo no dependerá exclusivamente de las nuevas generaciones; las experimentadas son tan importantes como la renovación que pueden traer jugadoras que promedian los 20 años. “Vicky” no participó de ese llamado, aunque de seguro fue condicionante en la decisión de Ferrara que la tucumana terminó hace pocas semanas de competir en España.
La Selección nacional de hockey se convirtió en referente de planificación exitosa en los deportes colectivos. Su proyección con base amplia en cuanto a rango de edades hace que una jugadora con las características de Sauze Valdez tenga cabida ahora o más adelante. El 2024 de la leona tiene pulgares hacia arriba y la ubicó como una especie de “partícipe necesario” en lo que se viene para Argentina.