Jorge Lanata: el periodista que siguió disertando, aun cuando le caían piedras

Jorge Lanata: el periodista que siguió disertando, aun cuando le caían piedras

Jorge Lanata: el periodista que siguió disertando, aun cuando le caían piedras

El último testimonio dado sobre la actualidad de una profesión a la que le dedicó medio siglo.

Fabio Ladetto
Por Fabio Ladetto 31 Diciembre 2024

Dos semanas antes de que comience su extensa internación, Jorge Lanata fue el protagonista de una entrevista virtual organizada por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), el 1 de junio, y con motivo del Día del Periodista de este año. La presidenta de la institución, Paula Moreno, lo llevó por el derrotero de lo que estaba atravesando la profesión durante una hora, para dialogar sobre el profesionalismo, las nuevas plataformas, la Inteligencia Artificial, los medios públicos y la libertad de expresión.

“Principalmente soy periodista porque tengo muchas preguntas y pocas respuestas”, comenzó diciendo Lanata, en lo que terminaría siendo un testimonio de su pensar y sentir, una síntesis de lo que lo llevó a comenzar en esta profesión hace medio siglo, y que lo hizo ser protagonista por décadas del ritmo de las redacciones, de una televisión que desafiaba los límites y formatos, de una radio que no silenciaba los temas ni la toma de posición frente a ellos.

Muchas voces tomaron distancia de su persona, de aquel que los deslumbró en los 80 (primero en publicaciones que contaban los secretos de la dictadura militar; luego en Página/12, que revolucionó la forma de cubrir las noticias y realizar investigaciones en el país), y se centraron en los cuestionamientos al personaje que fue ganando espacio en cada una de sus apariciones. Su paso en falso con el diario Crítica de la Argentina le ganó muchos enemigos, incluso entre quienes lo acompañaban poco antes. Pero nadie podía estar indiferente frente a una persona que entendió -como pocos en su dimensión actual- y marcó -quizás como ninguno en estos tiempos- la importancia de la prensa como herramienta de pensamiento para la acción.

Los ataques que recibió no fueron sólo verbales. En noviembre de 2011, durante el VI° Congreso Nacional e Internacional de Fopea, en el patio de la Universidad de Palermo, se lanzaron piedras desde un edificio cercano, que golpearon en las proximidades de donde estaba sentado junto a Magdalena Ruiz Guiñazú. No se inmutó, siguió hablando como si nada. Si tuvo miedo, nadie lo supo. Con el cigarrillo en la mano (condición que puso para participar, por lo que estuvo al aire libre), terminó su discurso pausado y provocativo, porque era su estilo, el que terminó con su muerte.

- “El tema no es dejarse abatir por las dificultades sino afrontarlas. Hoy un chico con un celular puede hacer un montón de cosas que no podía hacer yo con 15 años”

- “Estamos en un momento de transición. La televisión está totalmente berretizada. Un periodista es más caro que un panelista.

- “Hasta los 90 en la Argentina, los medios eran un fin en sí mismo. Luego, en la época de Carlos Menem, los medios pasaron a ser medios para un fin. Aparecen medios con claros fines políticos. La información como extorsión.

- “El periodismo militante no es periodismo. Es fracaso total de la imaginación”.

- “No es este un gran momento para el periodismo, es bastante horrible. Estamos en la infancia de la IA y va a ser mucho más relevante, pero no va a reemplazar al periodismo. La máquina puede ayudar al laburo, reemplazar trabajos automáticos, pero no trabajos creativos”.

Estas son algunas de las frases que dejó de su última charla con Fopea. Y quedan para el futuro en nuevos debates, de esos que nunca se acaban.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios