La verdad detrás de la adopción de Jorge Lanata y su vínculo único con su mamá

La verdad detrás de la adopción de Jorge Lanata y su vínculo único con su mamá

La historia de Lanata y su madre adoptiva Angélica no solo refleja el impacto de las relaciones familiares en la vida de una persona, sino también cómo el amor y la resiliencia pueden superar cualquier barrera

Jorge Lanata junto a sus hijas
30 Diciembre 2024

La noticia del fallecimiento de Jorge Lanata a los 64 años dejó un profundo vacío en el periodismo argentino. Mientras familiares, colegas y seguidores expresaban su dolor en redes sociales, emergieron recuerdos de los momentos más íntimos y emotivos del periodista. Entre ellos, su relación con Angélica, la mujer que lo adoptó y marcó su vida con un vínculo único y conmovedor.

Un Día de la Madre para recordar

En 2022, Lanata abrió su programa Periodismo Para Todos con un relato profundamente personal. En lugar de abordar la agenda política, decidió hablar de su madre. “Conocí a mi mamá de una manera extraña. Ella tuvo un tumor cerebral cuando yo tenía 6 o 7 años y vivió más de 50 años con el lado derecho del cuerpo paralizado. Tenía una lesión en el centro del habla y no podía formar palabras”, reveló.

A pesar de las limitaciones de Angélica para comunicarse verbalmente, Lanata destacó que aprendieron a dialogar a través de gestos y miradas. “Aunque no hablara, sus ojos verdes se reían de mis chistes malos, y su mano izquierda apretaba la mía cuando estaba feliz o angustiada. Aprendí de ella que hay que sobreponerse a la dificultad, sea cual sea”, expresó conmovido.

Una adopción descubierta tarde en la vida

Jorge Lanata se enteró de que era adoptado a los 56 años. Sin embargo, esa revelación no alteró el profundo amor y respeto que sentía por Angélica y Ernesto, su padre. “De todas las familias del mundo en las que yo podría ir a parar, caí en la de Angélica y Ernesto”, reflexionó.

En una emisión de radio, también abordó las preguntas frecuentes sobre por qué nunca quiso investigar quiénes eran sus padres biológicos: “La respuesta es obvia. Yo sé de dónde vengo. Mi mamá era una señora de ojos verdes con la que nunca pude cruzar una sola palabra, pero con la que teníamos grandes diálogos con solo mirarnos”.

El legado emocional de Angélica

Lanata nunca tuvo una madre convencional, según sus propias palabras. “No tuve una mamá que mirara el boletín del colegio o con la que salir a cenar. Pero pude sentir su amor y darle el mío”, dijo en una de sus reflexiones públicas.

En su libro autobiográfico 56, también tocó el tema de su adopción y de cómo la enfermedad de su madre marcó su infancia. Aunque evitaba hablar del tema en televisión, dejó en claro que su relación con Angélica había definido su carácter y su manera de enfrentar las adversidades.

Un vínculo eterno

A pesar de las adversidades, Lanata siempre valoró el espíritu indomable de Angélica. “Pensé muchas veces ‘¿por qué no se quiere morir?’. Y, ¿sabés qué? Ella no se quería morir. Vivió conmigo hasta el final. Me enseñó lo que significa resistir”, confesó.

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