Jorge Newbery hizo historia, y Aguilares está de fiesta

Jorge Newbery hizo historia, y Aguilares está de fiesta

En una final que tuvo goles, polémicas y una apasionante definición por penales, el “Aviador” venció a Sportivo Guzmán y logró el primer título en la historia de la Liga.

SE SACÓ LA ESPINA. Diego Herrera (en andas) celebra el título levantando la copa. “Tinga” es el único sobreviviente del equipo que había perdido la final de 2012 contra Lastenia en cancha de Atlético. Foto de Antonio Ferroni/LA GACETA.

Las finales casi siempre son un subibaja de emociones. Los contendientes están entre ganar o perder todo y un pequeño error puede definir la historia. Quizá no sean intencionales, pero los imprevistos suceden; mucho más en el fútbol. Y la final de la Liga Tucumana entre Jorge Newbery y Sportivo Guzmán reunió todo esos condimentos.

Goles, expulsiones, polémicas, enojo, festejos, euforia, tanda de penales. De todo. Así, tras un empate 1-1, el “Aviador” mostró mayor precisión en los disparos desde los 12 pasos y venció 5 a 4 a los “Julianos”, para desatar la fiesta en Aguilares.

La previa del partido anticipaba un buen espectáculo. El “Juliano” llegaba como el monarca en vigencia y con un envión ganador en los últimos torneos liguistas (ganó el Anual de 2022, el transición de 2023 y la Copa Tucumán de 2024). El equipo de Villa 9 de Julio era el favorito desde lo futbolístico y estaba a las puertas del tricampeonato consecutivo, un hito que sólo poseen Atlético y San Martín.

En tanto, la realidad de Newbery era diferente. El “Aviador” nunca se había puesto la corona del fútbol provincial (había perdido una final en 2012 frente a Lastenia) y esta era la ocasión perfecta para llevar la alegría a Aguilares. Y, tras 90 minutos (y 10 penales) concretó el objetivo.

El hambre de gloria hizo que Jorge Newbery imponga condiciones en el inicio.  Facundo Alarcón, Rodrigo Despósito y Braian Acuña eran los generadores de juego del “Aviador”, aunque sin la profundidad necesaria para romper la defensa del “Juliano”. Es decir, llegaba hasta tres cuartos de cancha, pero no lograba acercarse con claridad al arco de Nahuel Abregú.

La primera llegada del “Aviador” fue a los 21’: después de un flojo despeje del defensor Julio Caldez, el delantero Santiago Albornoz quedó mano a mano frente al “1” del “Juliano”. El atacante sureño tuvo múltiples opciones para decidir, pero no logró afinar su puntería.

Abregú tuvo varias salvadas oportunas. Despósito filtró una pelota para Albornoz que, otra vez, quedó mano a mano y el arquero volvió a ganar el duelo.

El “Juliano” no había tenido un gran partido hasta ese momento, pero encontró el gol por medio de una gran conexión entre los delanteros. Nelson Martínez Llanos le dio la bola a Santino Lucena Chamorro. El delantero probó al arco y Rubén Argañaraz desactivó la primera llegada, aunque dejó un rebote que fue aprovechado por Damián Perdiguero. El volante anotó 1-0 y el tricampeonato parecía estar más cerca.

El gol no desestabilizó a Newbery, más allá de que no encontraba los caminos para la igualdad. Los atacantes y los volantes lanzaban remates desde diferentes distancias, pero nada preocupaba a Abregú. La única de peligro fue un disparo de Enzo Peralta que impactó en la base del palo.

La primera escena polémica se vivió a los 78’. Iván Varela pisó sin intención a Diego Díaz y el árbitro Eloy Guzmán le mostró la roja directa.

El hecho desató la furia de los futbolistas y del cuerpo técnico de Sportivo. Leandro Fligman ingresó al campo de juego, increpó al juez, se puso cabeza a cabeza con   Eduardo Acosta y se fue expulsado. El hecho hizo que el personal de Infantería tuviera que ingresar al campo para frenar el conflicto, que rápidamente fue desactivado.

La segunda polémica se dio a un minuto del final del tiempo reglamentario. Agustín Smith, defensor de Sportivo, saltó, intentó despejar una jugada de peligro, pero la pelota tocó el brazo y Guzmán no dudó en sancionar penal.

El debate sobre si fue o no penal instaló porque el zaguero fue desestabilizado durante el salto por César More.

Acosta cambió penal por gol y el duelo se fue a la tanda de penales.

El siguiente momento destacado fue en el quinto penal de Sportivo. Hasta ese momento, todos los pateadores habían marcado sus respectivos disparos y Abregú, que había sido el héroe de Sportivo en otras oportunidades, tenía la responsabilidad de convertir.

Se paró, respiró profundo, hizo un caminata larga, intentó sorprender, pero desvió el remate. Ese error hizo que Juan Carlos Vázquez tuviera la responsabilidad de anotar el tanto del triunfo. Y lo hizo.

Tras el tanto, la algarabía se apropió de los jugadores de Newbery. Los protagonistas corrieron a distintos puntos de la cancha, se sacaron las camisetas, se abrazaron con familiares, lloraron...

Las emociones se vivieron a flor de piel. Los jugadores de Sportivo, en tanto, se enfocaron en pedirle explicaciones a Guzmán por su decisión en el penal del empate, aunque la situación no pasó a mayores.

Más tarde, los “Julianos” recibieron la medalla del segundo puesto y se quedaron a aplaudir a los ganadores. Así, Jorge Newbery sumó su primera estrella y trasladó la fiesta a Aguilares.

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