Teorías y situaciones fantásticas que podrían haber dado vida a una obra del realismo mágico. Pistas que se analizan y que no llevan a ningún lado. Personajes que aprovecharon la tragedia para hacer dinero. Muertes misteriosas de personas que tuvieron algún tipo de vinculación con el caso. En medio de esta ensalada de detalles surge una sola realidad: Loan Danilo Peña (5 años) sigue sin aparecer.
El Algarrobal es un paraje rural ubicado en la localidad correntina de 9 de Julio. Junto a su padre José Peña, el niño llegó el 13 de junio a la casa de su abuela Catalina Peña para participar de un almuerzo en homenaje a San Antonio, paradójicamente, el santo de las cosas perdidas. Tras la comida, el pequeño se separó de su padre para ir a comer las naranjas de un árbol que estaba cerca de la humilde vivienda. Nunca más se supo de él.
La tormenta se desató en Corrientes, pero el vendaval llegó a todo el país. El caso se nacionalizó y el Ministerio de Seguridad se ofreció a brindar ayuda, no solo con recursos humanos para colaborar con la búsqueda; también enviando equipos especiales para analizar si algún animal salvaje había devorado al pequeño.
Por su parte, Doña Catalina dijo que, según su creencia, se lo había llevado un “Pomberito”. Se trata de una figura de la mitología guaraní descrita como un ser pequeño, generalmente de aspecto travieso y juguetón, que habita en la naturaleza, particularmente en campos y bosques. Según la tradición oral, es el guardián de la fauna y flora, y se le atribuyen poderes tanto benéficos como maléficos, dependiendo de cómo se le trate. Protege a los animales y a los que respetan el entorno natural, pero puede jugar malas pasadas a quienes lo desafían o dañan la naturaleza.
El caso comenzó a ser investigado por el fiscal Juan Carlos Castillo. En medio de las críticas por la falta de avances, la Justicia correntina decidió sumar a otro investigador: Guillermo Barry. Fueron ellos los que solicitaron la detención de Bernardino Benítez, Mónica Millapi y Daniel Martínez por abandono de persona, al entender que el niño se extravió cuando ellos deberían haberlo cuidado.
Con el correr de los días los investigadores comenzaron a adherir a la teoría de que el niño había sido víctima de una red de trata de personas. Por esa razón ordenaron la detención de Laudelina Peña, María Victoria Caillava, Carlos Pérez y del comisario Walter Maciel. Inmediatamente se declararon incompetentes y el expediente pasó a manos de la Justicia Federal.
La causa quedó en manos de la jueza federal Cristina Pozzer Penzo y de los fiscales Mariano Guzmán, Alejandra Mangano y Marcelo Colombo. Les costó avanzar en la investigación porque encontraron horrores en el expediente: medidas que no se tomaron a tiempo, mentiras, falsas actuaciones y amenazas. Hasta el más principiante de los especialistas sabe que las primeras decisiones son fundamentales en el desarrollo de una causa. Aquí no fueron malas, sino que a la mayoría las realizó el comisario Maciel, hoy señalado como el autor material de la desaparición de Loan.
Hasta el momento, los investigadores no encontraron indicios suficientes para sostener que Loan haya caído en manos de una red de trata de personas, como sostenían los pesquisas de la Justicia de Corrientes. Ante ese panorama, sólo pudieron acusar a seis de los detenidos por la sustracción del menor, mientras que al comisario se le sumó el delito de ocultamiento agravado por ser miembro de una fuerza de seguridad.
Los investigadores descubrieron otro detalle que generó la apertura de un expediente. Un grupo de personas actuó en el caso sin ningún tipo de autorización judicial protegiendo a los testigos claves. La jueza Pozzer Penzo los procesó por diferentes delitos, entre ellos al psicólogo tucumano Facundo Rossi Colombo. La teoría de la magistrada sostiene que habrían aprovechado el caso para obtener ingresos provenientes del Estado e instituciones benéficas que aportaban sumas de dinero destinadas a proteger a quienes aportaran datos claves en la causa.
Y si de miserias se trata, la Justicia tuvo que abrir una investigación por los aportes que recibió la familia de Loan. Sospechaba que empresarios donaban dinero para evadir impuestos o que organizaciones delictivas (especialmente narcos) lavaban activos. Nunca se supieron los resultados de esta investigación.
Durante el desarrollo del ya llamado caso Loan se registraron dos muertes misteriosas. Néstor Luque, primer abogado de la madre del niño, falleció a mediados de julio. “Estoy hablando con su hermana para que pidamos la autopsia. Necesitamos saber qué pasó. Queremos descartar todo, evacuar todas las dudas. Nunca hablamos de su trabajo en el caso Loan. Tampoco él habló sobre amenazas”, señaló una familiar del profesional.
Días atrás apareció sin vida Alejandro “Pata” Medina, uno de los principales colaboradores en la búsqueda del pequeño. La autopsia determinó que podría haberse quitado la vida de un disparo. Días antes de su muerte, el conocedor de los montes correntinos había publicado el siguiente mensaje en sus redes sociales: “No creo llegar a pasar las fiestas. Si ofendí a alguien, pido disculpas, y si alguien se lo merece, que Dios lo perdone”.
Pero más allá de las conjeturas, teorías conspirativas e informes, la única realidad es que se siguen descartando líneas de investigación. La última generó indignación entre los ambientalistas. La jueza ordenó secar cuatro lagunas para confirmar o descartar que el cuerpo del niño haya sido arrojado en esos espejos de agua de la localidad correntina de Goya, cerca de un campo que tienen dos de los detenidos. No se encontró nada y el daño ecológico se consumó, ya que esos reservorios de agua eran el refugio de varias especies que están en vía de extinción.
La otra certeza incuestionable es que ya no buscan a Loan con tanta intensidad. En noviembre pasado, la Nación desarticuló el grupo de investigadores que se había instalado en Corrientes para colaborar con las autoridades. Sólo se reacciona cuando surge un dato que debe ser corroborado antes de que se lo profundice. Pasan los días, las semanas, los meses y nadie puede responder la pregunta: ¿dónde está Loan?