En el cuento de Blancanieves, la bruja pregunta al espejo quién es la más hermosa del reino. Una y otra vez, inquiere ante el cristal. “Espejito, espejito ¿Quién es la más bella?”, repite para que éste le dé una respuesta. Quiere que le diga que es ella la más hermosa y no la princesa. En las elecciones del año que comienza pronto, la política se parará frente a un espejo implacable que le devolverá imágenes de la realidad. Los comicios de medio término suelen reflejar mejor que nada los aciertos y los fracasos de los oficialismos y de las oposiciones. Quiénes son los más “bellos” y quiénes no.
La contienda legislativa que renovará parcialmente el Congreso Nacional será clave por varios motivos. Las fuerzas podrán tener certeza sobre cómo la ciudadanía los está mirando y evaluando. Tanto en el ámbito nacional como en las provincias, esta instancia suele equipararse con un plebiscito mediante el que los votantes pueden apoyar o desaprobar el rumbo de los Ejecutivos mediante el voto a los candidatos que propondrán. La ascensión de La Libertad Avanza (LLA) al poder mantiene aún en ascuas a la política tradicional, que no se amoldó al nuevo orden. Las urnas serán una herramienta para ratificar o rectificar rumbos. Además, la conformación del próximo Poder Legislativo será determinante para el replanteo de las relaciones entre los gobiernos locales y la Nación.
Manzanas envenenadas
Los últimos momentos del año están transcurriendo con algunos sobresaltos para la dirigencia. Los actores políticos ya están en modo electoral y miran con mucho cuidado cada hecho político que podría modificar el panorama. Los analizan uno por uno como si fuesen las manzanas envenenadas del relato de los hermanos Grimm, porque algunos pueden tener efectos mortales. Entre los últimos más relevantes están el desdoblamiento de las elecciones porteñas; los entredichos entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO; la interna entre La Cámpora y Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires por el Presupuesto; la reunión de los diputados radicales con Javier Milei y la posibilidad de que el Congreso trate en extraordinarias la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Los capítulos en el reino de Tucumán
En el caso de la provincia, la contienda tendrá sus particularidades y también dirimirá más que los ocupantes de las bancas de la Cámara Baja. Cuatro de los nueve diputados del distrito se renovarán: se vencen los mandatos de los oficialistas Elia Fernández y Agustín Fernández (PJ) y de los opositores Roberto Sánchez (UCR) y Paula Omodeo (CREO). Los Fernández integran el bloque Independencia, que responde al gobernador Osvaldo Jaldo. Sánchez está en la rama del radicalismo que vota algunos proyectos impulsados por la Rosada, pero que no está alineada totalmente. Omodeo pertenece a un partido libertario, pero que mantiene su autonomía. La parlamentaria acompaña todas las iniciativas oficiales, pero la agrupación que encabeza Sebastián Murga no definió por el momento una alianza formal ni una fusión con LLA.
Según el análisis de dirigentes oficialistas y disidentes, podrían haber definiciones en los siguientes capítulos:
1-El liderazgo en el PJ: existen chances de que se reedite la interna entre el gobernador Osvaldo Jaldo y el senador Juan Manzur. Tras la sucesión, las diferencias entre ambos reverdecieron a partir de la cercanía del tranqueño con la Casa Rosada. En cambio, el ex gobernador permaneció en la oposición nacional y votó junto al bloque de Unión por la Patria.
La mayoría de los justicialistas espera un año de tensión. Fuentes de diversos sectores consideran que una competencia para definir la lista de diputados sería el peor escenario para 2025, porque el clima social no es propicio y porque sería desgastante.
El factor PASO es fundamental para el peronismo. Si se celebran, podrían usarlas como herramienta para ordenar las diferencias. Si salen de vigencia, el panorama sería mucho más complejo porque tendrían que dialogar y acordar.
Jaldo, como conductor del movimiento, quiere diseñar personalmente la nómina (estaría en sus planes incluir a Darío Monteros, Elia Fernández y Agustín Fernández). En el peronismo no jaldista consideran que debería negociar los postulantes con Manzur. En esta línea están dispuestos a competir, aunque consideran que el titular del Ejecutivo no tendrá el sello oficial del peronismo porque Cristina Fernández (presidenta del PJ nacional) no permitiría que lo utilice. De hecho, azuzan el fantasma de una posible intervención en el distrito. En la Casa de Gobierno siguen de cerca esta probabilidad, aunque afirman que no es viable.
En el jaldismo creen que es la oportunidad para aplacar del todo la posibilidad de que Manzur pueda volver en algún momento a hacer política en la provincia. Aunque reconocen que está mayormente ausente, sí creen que teje contra Jaldo en el ámbito nacional.
“Si confrontan, se medirá cuánto músculo le queda al manzurismo para la pelea. El gran capital de Manzur es Cristina. La pregunta es cuánta capacidad tiene el kirchnerismo para construir algo fuerte en Tucumán. Si el ex gobernador pierde, se termina de diluir. Y si no pelea, Jaldo podría consolidarse en la conducción sin rivales internos”, reflexionó un peronista que no está en ninguno de los bandos. Un referente capitalino que se mantiene también al margen de la disputa avanzó un poco más: “si Manzur juega y no gana, es el primer paso para perder su banca en el Senado. Jaldo quiere las dos en el 27 (por la del médico y la de Sandra Mendoza)”.
Inquietudes y tensiones
Uno de los principales temores en el espacio es que la elección se polarice con la LLA en términos de peronismo-antiperonismo. Interpretan que por el riesgo a esa división, el gobernador hace equilibrio entre mostrar a la sociedad que sigue cerca de la Rosada y explicar a su tropa que sigue siendo tan peronista como siempre.
2-La depuración de los aliados de Milei: en la provincia se replica lo que sucede en todo el país. Hay tirantez entre las intenciones de LLA y las de sus aliados. Se espera que la contienda sirva para consagrar al mileísmo real y dejar de lado a los aspiracionales. Los miembros del partido libertario pretenden llevar una lista con candidatos “puros” y sus socios pretenden colarse en la propuesta del “León”. Ir en la boleta oficial de LLA puede ser altamente beneficioso para cualquier opositor local.
La tensión entre esos intereses viene complicando la convivencia. El armado político en estas tierras está a cargo del vicejefe de Gabinete, el tucumano, Lisandro Catalán y de sus representantes José Macome y Matías Sabaté. En el oficialismo y la oposición sostienen que Catalán sería el candidato principal. En el espacio afirman que no tienen certezas sobre ello. Sí consignan que su objetivo es lograr al menos una banca, para comenzar a consolidarse en Tucumán. En el resto de la disidencia se especula con que si hacen una muy buena elección, empujados por los vientos nacionales, y ganan dos escaños, esto podría catapultar a LLA para objetivos mayores para las provinciales del 2027.
Entre los amigos locales de los libertarios, están PRO bullrichista y el radicalismo camperista. También está CREO, pero las negociaciones no están encaminadas por ahora. La gran incógnita es Fuerza Republicana, el primer partido que apostó por Milei en la jurisdicción. La relación se habría enfriado y en las filas republicanas tienen dudas sobre cómo seguirá el vínculo.
¿Y Jaldo? Es un asunto difícil: por el acuerdo Milei-Jaldo, los representantes locales del oficialismo nacional no pueden ser totalmente críticos.
3-La supervivencia opositora: el futuro de los disidentes no mileístas es engorroso. En este segmento se anotan parte de los ex Juntos por el Cambio. Se cuentan el radicalismo, el PJS y el PRO macrista (por ahora). Si bien algunos espacios conversan entre sí, no avizoran un acuerdo que los reúna a todos. Las diferencias entre el PJS, que tiene un pacto institucional con Jaldo, y el radicalismo son profundas. A su vez, el radicalismo atraviesa sus propias pujas intestinas por la conducción partidaria. En estas últimas horas, la UCR estuvo al filo de la intervención. “Juntos o separados, tenemos que participar sí o sí para sobrevivir”, lamentó un ex Cambiemos. El porvenir de estas vertientes tendrá mucho que ver con qué decisiones tomen sus líderes en Buenos Aires.
4-Las bases para 2027: todas las fuerzas saben que no hay 2027 sin 2025. Con un tablero tan incierto, las intermedias servirán para definir posiciones y planificar con datos concretos los dos años siguientes. Jaldo, Manzur, Milei y la oposición se pararán frente al espejo más sincero el año que comienza. Tendrán una devolución sobre sus aciertos y sus fracasos ¿Quiénes serán los más “bellos” del cuento? Esa será la gran respuesta que dará el 2025.