Luego de haber tratado con especial cuidado a cada uno de ellos y marcarlos individualmente para su seguimiento, el equipo científico de un zoológico liberó unos 1300 caracoles diminutos en una isla remota. Los conservacionsitas lograron salvar a la especie que se encontraba en peligro de extinción.
Los diminutos caracoles terrestres de las Ilhas Desertas (Islas Desiertas), en Portugal, eran considerados especies en peligro de extinción. Sin embargo, luego de un arduo trabajo de conservacionistas que hallaron una pequeña población de 200 moluscos en la isla, estos pudieron salvar a la especie al borde de la extinción. La población de caracoles que ahora comprende unos 1300 ejemplares fue liberada en una locación vecina a su hábitat natural.
Los investigadores del zoológico lograron salvar a estos caracoles en peligro de extinción
Los caracoles terrestres de las islas Desiertas no habían sido registrados durante más de 100 años y se creía que habían desaparecido de su hábitat natural en la ventosa y montañosa isla de Deserta Grande, cerca de Madeira, propiedad de Portugal. Sin embargo, un equipo de expertos se sorprendió al encontrar un pequeño número de criaturas viviendo en aquel lugar que había sido destruido en los últimos años por ratas, ratones y cabras introducidos por los humanos.
Se creía que toda la población de caracoles había sido devorada por los depredadores, pero los conservacionistas encontraron aproximadamente 200 de estos moluscos viviendo en la isla. Estos fueron llevados a zoológicos en el Reino Unido y Francia, y 60 de ellos volaron al zoológico de Chester, en Inglaterra. Allí se construyeron hogares para ellos en mini tanques de hábitat como parte de un programa de reproducción para aumentar rápidamente los números.
“Fue una gran responsabilidad comenzar a cuidarlos”, dijo el Dr. Gerardo García, jefe de ectotermos del zoológico de Chester. “Como comunidad de conservación del zoológico, no sabíamos nada sobre ellos. Nunca antes habían estado bajo el cuidado de humanos y tuvimos que empezar desde una hoja de papel en blanco e intentar averiguar qué los motiva”.
Cada uno de los caracoles ha sido marcado para continuar con un seguimiento individual
El personal del zoológico pudo reproducir alrededor de 1.329 caracoles, salvando a la especie del borde de la extinción. Los caracoles han sido liberados en un refugio salvaje en Bugio, una isla vecina más pequeña en el archipiélago de Madeira que ha estado fuera del alcance de los humanos desde 1990 para proteger su frágil ecosistema, donde se han erradicado especies invasoras como ratas, ratones y cabras.
Cada uno de los caracoles reintroducidos ha sido marcado individualmente con puntos de identificación (utilizando bolígrafos no tóxicos y esmalte de uñas) para su seguimiento y transportado de vuelta a la naturaleza para su liberación. Si tienen éxito, se liberarán muchos más para aumentar las cantidades.
Dinarte Teixeira, biólogo conservacionista de IFCN, dijo: “Estos caracoles son increíblemente valiosos. Las Islas Desertas son el único lugar del mundo donde se pueden encontrar y, por lo tanto, nos esforzamos por hacer todo lo posible para brindarles la mejor oportunidad posible para el futuro. Durante 100 años pensamos que se habían ido para siempre, pero ahora hay una nueva esperanza”.