El radicalismo cruje a partir de las diferencias entre los sectores que apoyan al presidente Javier Milei y quienes se oponen. En particular, la interna se reavivó con fuerza a partir de la foto que el jueves se tomaron en la Casa Rosada un grupo de correligionarios con el jefe de Estado, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Entre los presentes estuvo el tucumano Mariano Campero, uno de los tres diputados expulsados por el Tribunal de Ética de la UCR por haber apoyado los vetos contra los jubilados y las universidades. Los otros dos son Martín Arjol y Luis Picat, quienes además estuvieron acompañados por el presidente de la bancada, Rodrigo De Loredo; y por otros diputados.
A la salida del encuentro, admitieron que se trabaja en la consolidación de una alianza electoral para 2025. El propio Campero se refirió al asunto en diálogo con LG Play. “Fue una reunión muy buena. El Presidente fue generoso con su tiempo y valoró nuestro rol en blindar el Congreso ante intentos de desestabilización. Reconoció nuestro aporte en la aprobación de la Ley Bases, que él mismo considera la mayor transformación en la Argentina”, afirmó. “Hoy la Argentina se debate a todo o nada. Nosotros estamos de este lado; vamos a consolidar el cambio”, aseveró el ex intendente de Yerba Buena.
“Hay un sector que quiere que al gobierno le vaya bien, otro que está en el medio y uno que busca lo contrario. Nosotros apostamos a acompañar al presidente en este proceso de transformación”, enfatizó. “Muchos radicales que gestionamos y tenemos experiencia sabemos que es fundamental apoyar al gobierno para garantizar el crecimiento y la estabilidad que todos los argentinos necesitan”, añadió. Y confirmó la búsqueda de una alianza electoral. “Queremos ser parte del cambio profundo que está llevando adelante Milei y colaborar en su consolidación”, expresó.
Sobre la situación económica, el legislador nacional subrayó los avances logrados por la administración de Milei, señalando que “el país está trazando un plan económico que está sacando adelante a la Argentina”. Asimismo, puso en valor la articulación entre los ministerios de Desarrollo Social y Seguridad. “Hoy vemos una Buenos Aires ordenada, algo que se está trasladando al resto del país. Este equilibrio entre asistencia social y seguridad es uno de los puntos fuertes de la gestión”, explicó.
Con reparos
Quien también se refirió a la situación del radicalismo y a la reunión en la Rosada fue el actual presidente del distrito local de la UCR, Roberto Sánchez. Según el diputado, la cita fue muy repentina.
“Martín Menem se comunicó con De Loredo diciendo que el presidente Milei quería tener una reunión con nuestro bloque, tenemos un chat del bloque y como fue repentino fueron los que pudieron. Después De Loredo hizo un resumen para los los distintos diputados. Dijo que hubo mucha distensión, que se habló de los logros que se obtuvieron este año y el Presidente agradeció el apoyo que tuvo para sacar las leyes más importantes”, precisó.
Respecto de la situación de Campero y de los otros diputados expulsados, planteó: “nosotros en algún momento votamos diferente; todo el bloque diferente a tres o cuatro diputados. No comparto pero entiendo la posición. Después creo que ha sido un poco exagerado, ya se los había sancionado primero el comité nacional y después... Bueno ahora hay una sanción pendiente porque la debe corroborar la la convención nacional”.
No obstante, ratificó que el radicalismo quiere que a la gestión libertaria le vaya bien, y que marcar algunas diferencias no los convierte en opositores. “En nuestro espacio político estamos trabajando para que al Gobierno le vaya bien. Pero en nuestro caso marcando las diferencias en cuestiones que entendemos que no son buenas para los argentinos”, dijo. Y ejemplificó: “Salvando las distancias, viví en carne propia como intendente de Concepción. A mí me dejaron una bomba atómica y tuve que ser muy austero con los fondos públicos y ser eficiente para poder desactivarla. A nosotros no nos pueden hablar de lo que significa esfuerzo, sacrificio y austeridad. Por ese motivo sí entiendo al Presidente”.
Sin embargo, dijo que hay cuestiones a revisar. “Hay que ver también sin dejar de lado aquellos que más sufren, como los jubilados o en el caso del financiamiento hacia las universidades que nosotros estuvimos en desacuerdo. Hay cosas en las que ayudamos y queremos que al país le vaya bien, y hay otras tantas que vamos a marcar nuestro parecer”, manifestó.