Puerto Rico es una pequeña ciudad de Misiones. Según el último censo, realizado en 2022 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el lugar, ubicado en el departamento Libertador General San Martín, está habitado por 23.526 portorriqueños. Matías López es uno de ellos, aunque decidió cambiar la humedad misionera por el intenso calor de Tucumán. ¿Qué motivó el cambio? El joven, de 26 años, soñaba con vivir del fútbol, y Graneros se presentó como el club ideal para luchar por ese sueño. “Quiero ascender al Federal A”, dijo, expectante por las semifinales del Regional Federal Amateur, en las que el “Cocodrilo” enfrentará a San Miguel. La serie se jugará entre el 5 y el 12 de enero.
López llegó a la provincia en 2022 para vestir la camiseta de Atlético Concepción. Su tonada y las costumbres litoraleñas lo destacaron como una de las novedades de aquel equipo, que era dirigido por Hugo Corbalán.
Lo curioso de su historia es que Tucumán apareció casi de casualidad entre sus opciones. El atacante contó que ya había armado las valijas para instalarse en Neuquén, pero la propuesta de los “Leones” resultó más atractiva desde lo económico y lo deportivo.
“También tenía la posibilidad de jugar en Olavarría, Buenos Aires, pero decidí venirme a Banda del Río Salí. Me parecía una opción mucho más interesante. Mi desafío era probarme fuera de la provincia y, después, decidí quedarme a vivir en Tucumán”, explicó.
En ese momento, López estaba terminando sus estudios del profesorado en Educación Física, pero la oferta del equipo bandeño lo llevó a posponer la carrera por unos años. “Me quedan muy poquitas materias. Mi idea es terminarla en 2025”, afirmó.
El delantero comentó que en Misiones no hay muchas oportunidades para crecer en el fútbol. Según López, la falta de equipos en la Liga Profesional y en la Primera Nacional -Crucero del Norte está en el Federal A, mientras que Guaraní Antonio Franco juega el Regional Federal Amateur y perdió la final frente a Juventud Antoniana de Salta en 2022- obliga a los futbolistas misioneros a mudarse a otras provincias.
“Me entristece mucho la realidad del fútbol misionero. Tenemos mucho talento escondido, pero estamos muy lejos de las grandes vidrieras. Eso empeoró desde que Crucero y Guaraní casi desaparecieron del plano futbolístico nacional. Por eso decidí cambiar de provincia: quería abrir un poco la cabeza y conocer otras realidades”, reflexionó.
López también destacó su sorpresa con el nivel y el folclore futbolístico de Tucumán. Las rivalidades, los clásicos y la dificultad de jugar en distintas canchas son aspectos que destacó al analizar la Liga Tucumana.
“Hay equipos que son muy buenos y todos los partidos tienen resultados inciertos. Sportivo es uno de los rivales más difíciles. Venía de ganarnos dos veces, y por suerte esta vez el resultado fue para nosotros”, expresó.
La distancia no fue suficiente para dejar de lado las costumbres misioneras. El mate -o el tereré, si está en verano- es su gran compañero durante las tarde en Graneros. También aprovecha para compartir largas charlas con los amigos del club o salir a andar en bicicleta o preparar algunos platos típicos de la gastronomía misionera como el chipá.
“Es verdad que no hay mucho para hacer, pero uno tiene que encontrarle la vuelta. Juego la play, habló con los vecinos, hago de todo. Cuando estoy muy aburrido, y no encuentro ninguna solución, duermo una siestita y todo continúa a la perfección. Graneros es un lugar muy lindo porque me recuerda a Puerto Rico. Lo bueno es que Tucumán es un poquito más fresco que Misiones. Allá el calor es insoportable por la humedad”, comparó.
La generación de nuevas amistades fue la gran complicación de la estadía de López en Tucumán. “Los tucumanos son un poquito más cerrados. Lo bueno es que el fútbol siempre nos une y no me puedo quejar. Siempre encontras gente con la que podes charlas o compartir un momento”, contó.
También consideró la dieta es un punto difícil de mantener. Los sánguches de milanesa y las empanadas son algunos de los manjares tucumanos que disfruta demasiado, aunque solo lo hace a modo de permitido. “Lo hago a escondida de los nutricionistas”, dijo.
En cuanto a lo deportivo, López asegura que se recuperó de una lesión que lo marginó de las últimas cuatro fechas y está listo para retornar a la racha goleador. “Con Hugo, juego de distintas posiciones. A veces, me pone de extremo, otras como “9”, algunas como mediapunta, aunque uso diferentes dorsales como el “10” o el “7” para confundir a los rivales, ja. Así no me sacan la ficha de qué juego en realidad”, describió.
López, de este modo, disfruta de la estadía en Tucumán y quiere continuar siendo una de las figuras de Graneros, que busca llegar a la Tercera división del fútbol argentino.