La comunidad científica de la NASA que investiga el Planeta Rojo ya tuvo motivos para festejar ya que el Año Nuevo en Marte ocurrió el 12 de noviembre de 2024, según los tiempos de la Tierra. Allí las fiestas se celebran de una manera diferente y un tanto catastrófica ya que las explosiones de gas y las avalanchas de escarcha sacuden al hemisferio norte de este cuerpo celeste.
Mientras la “blanca navidad” y las fiestas de Año Nuevo colmadas de nieve suceden en el hemisferio norte de nuestro planeta, la misma semiesfera del Planeta Rojo se prepara para la llegada de la primavera. La transiión a la temporada de calor en Marte se vive de manera intensa ya que el aumento de las temperaturas provoca una enérgica actividad natural.
El año nuevo en el hemisferio norte marciano: el comienzo de la temporada estival
"En la Tierra, la primavera es muy intensa, ya que el hielo de agua se derrite gradualmente. Pero en Marte, todo sucede con un estallido", dijo Serina Diniega, quien estudia las superficies planetarias en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.
Transcurridos 687 días terrestres, Marte culmina su año de manera diferente. El Año Nuevo marciano implica muchos cambios violentos debido a la repentina llegada de la primavera. La tenue atmósfera de Marte no permite que los líquidos se acumulen en la superficie, como ocurre en la Tierra. En lugar de derretirse, el hielo se sublima y se convierte directamente en gas. Con la transición de estación, el hielo de agua y el de dióxido de carbono (hielo seco, que es mucho más abundante en Marte que el agua congelada) se debilitan y se rompen.
“En lugar de derretirse, se producen muchos crujidos y explosiones”, dijo Diniega. “Me imagino que se vuelve muy ruidoso”, advierte la especialista.
¿Cómo se vive el Año Nuevo en el hemisferio norte marciano?
La NASA, a través de la cámara del Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución (HiRISE) del MRO ha logrado capturar algunos de los impactantes sucesos propios de la llegada de la primavera y del Año Nuevo Marciano.
Algunos de los fenómenos registrados fue un trozo de dióxido de carbono helado de 20 metros de ancho en caída libre. Así también se descubrieron géiseres de gas que salían de la superficie y expulsaban oscuros abanicos de arena y polvo. Estos últimos chorros explosivos se forman debido a la sublimación energética del hielo de dióxido de carbono. A medida que la luz del sol brilla a través del hielo, sus capas inferiores se convierten en gas, lo que aumenta la presión hasta que estalla en el aire, creando esos oscuros abanicos de material.
Una última particularidad de la primavera marciana es el manto glaciar del tamaño del estado de Texas en el polo norte de Marte. En la cúpula helada hay surcos que se arremolinan y revelan rastros de la superficie roja que hay debajo. El efecto es como un remolino similar al de la leche en el café.
“Son enormes”, dijo Isaac Smith, de la Universidad York de Toronto, señalando que algunas cúpulas tienen la longitud del estado de California. “Se pueden encontrar canales similares en la Antártida, pero nada de esta escala”.