Los ronquidos, ese molesto ruido nocturno que afecta tanto a quien lo emite como a quien comparte la cama, pueden tener soluciones más simples de lo que se cree. Si bien los factores que los provocan son variados, desde la posición al dormir hasta problemas respiratorios, la alimentación juega un papel fundamental en su prevención.
Según sus investigaciones publicadas en su portal web, algunos alimentos pueden reducir la inflamación y la congestión, mientras que otros las empeoran, haciendo que la respiración sea más dificultosa.
La inflamación y la acumulación de mucosidad en las vías respiratorias son las principales responsables de los ronquidos. Según la Dra. Wilson, alimentos altos en grasa, productos lácteos y procesados tienden a intensificar estos problemas, dificultando el flujo de aire y aumentando la probabilidad de roncar.
Una dieta rica en ingredientes antiinflamatorios como frutas, vegetales y proteínas magras ayuda a mantener despejadas las vías respiratorias, reduciendo así los episodios de ronquido.
La hidratación también juega un papel clave: beber suficiente agua durante el día evita que la mucosidad se espese, lo que podría bloquear aún más las vías respiratorias durante la noche. Además, las cenas ligeras, consumidas al menos tres horas antes de acostarse, reducen la presión sobre el diafragma, mejorando la calidad de la respiración nocturna.
Cuáles son los alimentos que ayudan a evitar los ronquidos y mejoran la respiración
Diversos alimentos tienen propiedades que favorecen la reducción de la inflamación y la apertura de las vías respiratorias:
Frutas y verduras frescas: ingredientes como las manzanas, los frutos rojos, las espinacas y los pimientos contienen antioxidantes y vitaminas que reducen la inflamación y fortalecen la salud respiratoria.
Pescado rico en omega-3: especies como el salmón y la caballa son conocidas por sus efectos antiinflamatorios, lo que ayuda a minimizar la hinchazón en las vías respiratorias.
Hierbas y especias: el jengibre, la cúrcuma y el ajo son aliados naturales contra la inflamación. Además, estas especias pueden ayudar a despejar los senos paranasales, mejorando la respiración.
Frutos secos y semillas: almendras, semillas de lino y chía proporcionan grasas saludables y otros nutrientes esenciales para el sistema respiratorio.
Té verde: rico en antioxidantes como la teanina, este té favorece la relajación muscular y reduce la inflamación, contribuyendo a una respiración más fluida durante el sueño.