El festejo navideño de un grupo de vecinos terminó en tragedia en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador luego de que un policía retirado matara de una tiro a un hombre en plena discusión por el volumen de la música. El homicida quedó detenido y su esposa lo defendió.
“Es más bueno que el pan”, aseguró la mujer a los periodistas que se acercaron a su casa para conocer más detalles de lo sucedido. Además contó que, tras el hecho, el hombre regresó a su vivienda “hecho bolsa”, y dijo: “Tuve que tirar porque uno tenía un arma y me apuntaba”.
Liliana, tal como se identificó la mujer desde la puerta de su casa, dio su versión de lo sucedido a las 6 de la mañana de este miércoles cuando Rafael Horacio Moreno, de 72 años, mató a Sergio David Díaz, de 49, de un balazo en el estómago. “Los tipos estaban queriendo romper las rejas del kiosco. Él (por el policía retirado) fue y les habló bien. Después uno de ellos salió uno con un arma y se hizo el loco”, contó la esposa.
Según se aprecia en unos videos que grabaron el momento, Díaz y algunos allegados estaban en la vereda de la calle Acevedo al 4100 cuando Moreno cruzó la calle, en el frente de una vivienda que, a su vez, tiene un local comercial. Las versiones de los testigos indicaron que el ex policía se acercó a pedirles que bajaran el volumen de la música.
Habló la esposa del policía retirado que mató a su vecino: "Mi marido es más bueno que el pan"
La mujer aseguró que su marido “es más bueno que el pan, y si no pregunta en el departamento de Policía”. “¿Cómo va a salir dispuesto a matar? ¿Sabes que es lo que es ser policía?”, arremetió la mujer contra los periodistas, visiblemente malhumorada. Al ser consultada si Moreno solía tener inconvenientes con los vecinos, Liliana contestó que no y agregó que “ni carajos sé quién es Sergio (por la víctima fatal)”.
De acuerdo a lo que se puede observar en las imágenes tomadas por una cámara de seguridad y un testigo, tras entrecruzar algunas palabras con uno de los hombres que estaba con un vaso en una de sus manos, Moreno sacó el arma que tenía escondida en su cintura, un revólver calibre .38, bajo sus prendas.
Fue entonces que se inició una discusión entre Díaz (que apareció en escena), su amigo y el expolicía, que no dejaba de apoyar el arma en el cuerpo de quien luego sería la víctima fatal.