El fenómeno solar del que todos hablan se llama "súper llamarada"

Un fenómeno solar de gran magnitud podría ocurrir en los cielos en un futuro cercano: se trata de la "súper llamarada", una explosión energética de extrema intensidad que se produce en estrellas semejantes al Sol y que tiene el potencial de alterar significativamente la vida en el planeta. Este tipo de erupción solar puede generar repercusiones de diversos grados sobre la Tierra, desde perturbaciones tecnológicas hasta alteraciones en el medio ambiente.

Recientemente, un estudio publicado en la prestigiosa revista Science reveló que este fenómeno es más frecuente de lo que se creía. En esta investigación, el equipo de científicos empleó datos obtenidos por el telescopio espacial Kepler de la NASA entre 2009 y 2013. Este análisis, que observó más de 56.000 estrellas similares al Sol, identificó un total de 2.889 eventos de súper llamaradas en 2.527 de ellas. Los expertos señalaron que las llamaradas pueden liberar hasta mil veces más energía que las erupciones solares comunes. Pero lo más sorprendente es que estos fenómenos no son tan raros como se pensaba, con una frecuencia aproximada de una cada 100 años.

El hallazgo generó alarma en la comunidad científica ya que el último gran evento solar registrado ocurrió hace más de 165 años. Este largo periodo sin grandes tormentas solares ha llevado a la conclusión de que una nueva llamarada podría ocurrir en cualquier momento, lo que aumenta la preocupación por sus posibles efectos en las infraestructuras tecnológicas y en el clima de la Tierra.

Posibles consecuencias para la Tierra

Los efectos de una súper llamarada para los seres humanos podrían ser graves, según expertos del servicio meteorológico Meteored. Aunque este tipo de fenómenos sería mucho más destructivo si proviniera directamente del Sol, su impacto en la tecnología sería considerable. Las llamaradas solares pueden desencadenar fallas en las redes eléctricas; interrumpir los sistemas de comunicación por satélite y ocasionar apagones masivos. 

Los especialistas alertan sobre dos fases críticas durante un evento de esta magnitud: en primer lugar, la sobrecarga de las infraestructuras, cuando las partículas cargadas inducen corrientes eléctricas en las redes energéticas más sensibles. En segundo lugar, las eyecciones de masa coronal, que liberan grandes cantidades de plasma solar y campos magnéticos capaces de dañar transformadores eléctricos y cables submarinos esenciales para las telecomunicaciones e internet.

Además de los daños tecnológicos, el medio ambiente también podría verse alterado por una súper llamarada. En lo que va del año, se han registrado varias tormentas solares intensas, aunque de menor escala, que han producido auroras visibles en latitudes mucho más bajas de lo habitual.