La aparición de una cuadrilla de limpieza custodiada por personal del Servicio Penitenciario sacó de la modorra a los vecinos de un barrio de Concepción, que con mucho recelo vieron cómo un grupo de hombres empezó a limpiar la vereda y a pintar los cordones. Se trataba, en realidad, de la puesta en marcha del programa Todos Trabajan (Trotar), un ambicioso proyecto para que los presos cumplan funciones sociales y hasta puedan generar ingresos, tanto para el sistema carcelario como para su propio beneficio económico.
La primera prueba de Trotar fue el viernes por la mañana, cuando el primer equipo de internos de la cárcel de Concepción fue equipado con brochas, machetes y escobas, herramientas con las que cumplieron tareas de limpieza, blanqueo de cordones y desmalezamientos gratuitos. “Mientras no se les escape ninguno está todo bien”, dijo medio en broma, medio en serio Carlos Ramírez, uno de los vecinos de la zona. “Me sorprendió mucho porque pensaba que esto era ilegal. Hablé un rato largo con los custodios y la verdad es espectacular este plan”, añadió.
Su vecina, Gladis Gómez agregó que “es evidente que en las cárceles hay personas que quieren dejar la mala vida, pero no tienen herramientas para hacerlo. Conozco a alguien que terminó preso porque tuvo que robar para comprar droga. Quedó tan espantado con lo que vivió el poco tiempo que estuvo detenido que no consumió más”.
“Me parece espectacular que paguen por lo que hicieron. Que hagan tareas comunitarias para que terminen de entender que hacen mucho daño con los delitos que cometen. También es el camino que deben recorrer para recibir el perdón de la sociedad”, opinó Estefanía Medina.
El programa Todos Trabajan (Totrar) fue ideado por la jueza de Ejecución de Concepción, Alicia Merched, con el apoyo del Servicio Penitenciario. La funcionaria reconoció que están realizando una encuesta entre los vecinos, para que evalúen los primeros pasos del plan. “A varios vecinos nos encantó. Limpiaron varios lugares olvidados del barrio. Hubo varios que hasta agua les convidaron”, finalizó Juan de la Cruz Herrera.
¿Quiénes son los presos que podrán cumplir tareas comunitarias en el plan Trotar?
No cualquier interno puede formar parte de este grupo. Según explicaron los responsables, en una primera etapa, están contemplados los detenidos que están próximos a cumplir la condena que les permitirá gozar de la libertad condicional y salidas transitorias o laborales. Eso sí, primero deberán demostrar que tienen una buena conducta.
“Los trabajos que pueden hacer son mantenimiento de escuelas, instituciones y organismos públicos. Todos los años hay inconvenientes con la apertura de escuelas, nosotros podemos solucionarlos. Todos estos trabajos son gratuitos. Muchos se preguntarán sobre cuestiones de seguridad. Por el momento estamos acompañados por el Servicio Penitenciario, pero también se podrían sumar la Policía de la provincia y los vigías municipales”, indicó Merched.
El plan Trotar intentará generar ingresos y potenciar la reinserción social
La idea es profundizar el plan Trotar. Por ese motivo, está proyectada la creación de talleres de instalación de aire acondicionado, electricidad para el hogar, durlero, plomería, albañilería y gasista, entre otras.
La jueza, con sus colaboradores y el Servicio Penitenciario también tienen un plan para aplicar cuando los privados de la libertad empiecen a percibir dinero. Una gran parte de esos ingresos serán destinados al Servicio Penitenciario y el resto a los presos que realizaron el trabajo. Pero el dinero que reciban los detenidos será dividido en dos. Una parte será destinada para él o su familia y el resto será depositado en una caja de ahorro, cuyos fondos sólo podrán ser retirados cuando recuperen la libertad.
Pero eso no sería todo, ya que también se contempla que, una vez que se afiance este plan, se puedan complementar otras políticas más ambiciosas: Reintegración y Reparación Social (RRS). Consiste en formar un grupo multidisciplinario que se encargará de hacer una evaluación de las poblaciones carcelarias y la comunidad que rodea a la cárcel donde cumplen sus penas, para tejer vínculos con autoridades y organizaciones sociales para definir cómo pueden colaborar.