Los fieles celebraron la reapertura de la iglesia más antigua de Tucumán

Los fieles celebraron la reapertura de la iglesia más antigua de Tucumán

Cómo fueron las primeras misas y las variadas repercusiones de la reinaguración de la capilla Nuestra Señora de la Candelaria en Villa Chicligasta.

ABIERTA. Tras cinco años, los fieles entraron a la iglesia y participaron de la misa.  la gaceta / fotos de osvaldo ripoll ABIERTA. Tras cinco años, los fieles entraron a la iglesia y participaron de la misa. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll

Los fieles de Villa Chicligasta festejaron el viernes pasado la reapertura de la capilla de Nuestra Señora de la Candelaria, declarada monumento histórico nacional en 1941. Se trató de un acontecimiento que generó júbilo en los pobladores en razón de que el templo permaneció cerrado cinco años por razones de seguridad. Las misas se oficiaban desde entonces en la calle.

El cierre fue dispuesto por las autoridades eclesiásticas luego de que apareciera una enorme grieta en la torre del campanario. Hubo temor de que la infraestructura se viniera abajo, poniendo en riesgo la vida de las personas. La reapertura de la capilla, cuya construcción data de hace 400 años, se concretó en el día de la Virgen de Santa Lucía, que se honra en ese pueblo A la Virgen Nuestra Señora de la Candelaria se la venera el uno y dos de febrero. La capilla volvió abrir sus puertas a los devotos luego de que finalizaran las labores en su interior iniciadas hace tres meses. “Fue una jornada de mucha alegría y emoción porque la gente creía que su capilla no iba a abrirse nunca más. Que terminaría convirtiéndose en una ruina. Pero el pueblo y sus autoridades desde un principio tuvieron la determinación de salvar al templo en el que nuestros ancestros tuvieron su momento de espiritualidad”, dijo Cristian Romano, uno de los hombre que trabajaron para la reapertura.

Las obras de restauración de la capilla comenzaron a instrumentarse en el marco de un convenio que suscribió el comisionado comunal González con el ministro del Interior Darío Monteros; el presidente del Ente Tucumán Turismo, Domingo Amaya y el legislador Marcelo Herrera, entre otros. La provincia se comprometió a aportar asistencia técnica y materiales de construcción, mientras que la comuna manos de obra. González, a poco de asumir, había iniciado tareas de reparación de emergencia del campanario, el más afectado por el deterioro, con recursos propio. Después diligenció apoyo en la provincia. “A partir del acuerdo con el gobierno de Osvaldo Jaldo se dispuso encarar la restauración en tres etapas: la primera abordó la nave principal, que está a punto de concluirse; la segunda el campanario y la tercera la galería del sector derecho”, explicó Romano.

REFACCIONADA. El edificio mostró sus mejoras durante la misa que “reabrió” el espacio. REFACCIONADA. El edificio mostró sus mejoras durante la misa que “reabrió” el espacio.

“En el interior de la capilla se renovó totalmente el revoque de las paredes de adobe que tienen un ancho de 60 cm. También se reforzaron tirantes, entre otros trabajos de mejora de la infraestructura, y se renovó la pintura interior. El viernes las celebraciones en honor a la la virgen de Santa Lucía se iniciaron temprano y el templo lució remozado, aunque el campanario será concluido más adelante. Hubo misas, la tradicional procesión y una fiesta.

Allí el comisionado comunal González agradeció -a través del legislador Herrera, la valiosa colaboración que brindo la provincia para la ejecución de las tareas de restauración. “A nuestra capilla, a pesar de exhibir los refuerzos de madera que sostienen al campanario agrietado, se la vio muy transformada en su interior. Nos llenó de alegría que volviera a tener brillo y la calidez de los cientos de fieles que llegaron a venerar a la virgen”, contó Verónica Díaz, vecina del lugar.

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