Los libros que nos dejó Beatriz Sarlo

Los libros que nos dejó Beatriz Sarlo

Sarlo había cumplido 82 años en marzo de este año. Sarlo había cumplido 82 años en marzo de este año.
Hace 14 Hs

- La construcción del poder K

Análisis del relato y las acciones de una hegemonía

ENSAYO

LA AUDACIA Y EL CÁLCULO

BEATRIZ SARLO

(Sudamericana - Buenos Aires)

La audacia y el cálculo analiza, desde una perspectiva cultural, la construcción del poder del kirchnerismo. Las expectativas del lector, sea cual sea su predisposición inicial, son considerables, en especial después de la provocativa participación de la autora en 6, 7, 8. En el prólogo, Sarlo advierte, “Si alguien busca un panfleto, no lo encontrará en este libro”.

Como en otras obras, la escritora asume la piel de la intelectual y reivindica la idea de batalla cultural. El ethos del intelectual con el que se identifica es el de la modernidad, como un compromiso lúcido del pensamiento y la sensibilidad con la actualidad en la que se está inmerso, que supone además la decisión de modificarla.

El libro contiene ritmos heterogéneos. En las primeras 120 páginas analiza la relación entre política y medios y redes sociales.

Considera que la televisión sigue ocupando un lugar central en la construcción del imaginario social, donde hay grandes contigüidades entre la política y Celebrityland. Analiza desde los tuits de Aníbal Fernández a las pantomimas  de Gran Cuñado.

Sarlo describe el “dispositivo cultural kirchnerista” como un producto de dos patas. Por un lado los medios con programas como 6,7,8 y Duro de domar, que apelan a una estética populista e inclusiva. En  el otro extremo, Carta Abierta, donde un sector “progresista” de intelectuales se suma a partir de temas como los derechos humanos y el matrimonio igualitario, y que se visibiliza a partir del conflicto con el agro acuñando la palabra “destituyente”. Página/12 es su espacio principal.

Obligarnos a pensar

Kirchner, que asumió su mandato presidencial sin demasiada legitimidad, presentándose como hombre común con responsabilidades extraordinarias, se convierte en el fundador de un tiempo, reinventa el peronismo y se propone como mito nacional que cristaliza con la muerte. Sarlo se refiere a hitos como la ESMA y el Colegio Militar, donde formuló su interpretación de los años 70, atribuyéndose  la memoria militante de la juventud peronista radicalizada y guerrillera. El ex gobernador santacruceño se posiciona, de modo inédito, como sostén de la lucha interpretativa sobre los 70.

Kirchner se diferencia de sus antecesores, se apoya en una memoria de corto alcance. Encuentra “el espacio de una refundación en un momento en que todos sentían que la cuestión era refundación o muerte”.

Son muchos los temas que aborda Sarlo para explicar a Kirchner, al que define como un hombre del presente que usó la audacia y el cálculo para trazar un relato que le permitió dominar el espacio político. La ensayista habla de una “forma” K caracterizada por el dramatismo y las oposiciones netas apoyada en una historia tanto real como mitológica, de incomparable potencia imaginaria. “Pero un mito no se reemplaza ni tiene sucesores. Un mito es, como la muerte o el carisma, ingobernable”. Beatriz Sarlo busca sacudir al lector y conmover sus certezas. El libro consigue su propósito: inquietarnos y obligarnos a pensar.

© LA GACETA

CARMEN PERILLI

- Tesis agudas y originales sobre Borges

Perspectiva inhabitual en un autor geográficamente excéntrico

ENSAYO

BORGES, UN ESCRITOR EN LAS ORILLAS

BEATRIZ SARLO

(Siglo XXI - Buenos Aires)

Borges es, quizás, el único autor que escapó de su destino sudamericano y puede leerse fuera del contexto de una cultura regional. Cuando comenzó a tramar su literatura, en los años 30, pertenecía a una nación periférica, joven, sin tradiciones literarias fuertes y geográficamente excéntricas del mundo culto. Esta situación marginal produjo casi un milagro: hizo posible una literatura original, precisamente por carecer de antecesores.

Alrededor de esta idea gira la propuesta de Beatriz Sarlo con una perspectiva interesante e inhabitual sobre Borges. Sostiene que Borges escribe desde “una literatura de conflicto”, desde el “pliegue” entre dos culturas, entre el campo y la ciudad, entre lo europeo y lo rioplatense, entre lo nacional y lo extranjero; desde ese abismo, y tal vez por ello mismo, Borges inventa una tradición cultural, por eso es un argentino de ley y también un escritor universal.

Literatura en el límite

Este interesante libro nace en conferencias dictadas en Cambridge. En los siete capítulos del libro despliega su hipótesis central: la literatura de Borges se escribe desde la grieta de la no identidad, por eso crea un pasado e instaura la libertad como destino del escritor latinoamericano. Se dice que Borges inscribe una literatura en el límite -en varios sentidos- y por tanto “la trama de la literatura argentina se teje con los hilos de todas las culturas”. A Borges lo marcan y lo inspiran la diferencia y la distancia de la escritura de los otros, que copia y reescribe. Este escribir sobre lo escrito es la peculiaridad de su obra; reinventa a los autores europeos con resultados sorprendentes.

Sarlo analiza una condición de la literatura que Borges inaugura: ningún texto es realmente original, puede ser repetido palabra por palabra y sin embargo es otro en el contexto cultural de cada lector. Si todo depende de un contexto, la inferioridad de las “orillas” se desdibuja y el escritor periférico tendrá las mismas posibilidades de los europeos.

Las tesis de Sarlo -agudas y originales- dejan a la intemperie los secretos del proceso de la creación literaria y la manera en que Borges, escritor en las orillas, saca partido de esta situación. Con este procedimiento, Sarlo convierte a Borges en un hábil constructor de una obra excepcional. Si bien ello es cierto, este exhaustivo análisis lo despoja de misterio, les resta a sus inquisiciones el eco del obstinado preguntar filosófico que se escucha en él. En Borges, la experiencia de límites, la nostalgia, los abismos, sirven para develar la existencia de lo Otro (el universo, el nombre de Dios, el infinito, la identidad), asuntos metafísicos sobre los que indaga infatigablemente a sabiendas de no encontrar nunca una respuesta cierta.

(c) LA GACETA

CRISTINA BULACIO

- Reflexiones acerca de sucesos fugaces que son significativos

Fotografías de la cotidianeidad y miradas profundas

ENSAYO

TIEMPO PRESENTE

BEATRIZ SARLO

(Siglo XXI - Buenos Aires)

El hombre se acerca a la escritura como un modo utópico de entender el mundo. Cada ensayo es una aproximación y también un fracaso, puesto que siempre se accede a los bordes, y la naturaleza de la vida se escapa intangible, como el aire o el río que Heráclito imaginaba. Un escritor nunca termina de estar por completo en las palabras. Las preguntas continúan socavando su conciencia hasta el último de los días. Como una antropóloga de la cultura, Beatriz Sarlo escribe en Tiempo Presente (en su segunda edición) una miscelánea que reflexiona sobre la Guerra de Malvinas, el Mundial del 78, la sociedad de consumo, el peronismo, mitos de la cultura popular, el shopping, la izquierda, el mercado, el Estado, los intelectuales.

Sarlo fotografía escenas cotidianas y las observa con el ojo del radiólogo, examina las patologías de una sociedad y se introduce en los pliegues cotidianos; distingue, en definitiva, lo que la luz le permite vislumbrar y a veces vaticina como médico y, a mi entender, también se equivoca como humano.

La diferencia entre el pasado y el presente se manifiesta, entre otras cosas, por un cambio lingüístico de palabras que pierden su valor semántico, como ser por ejemplo el reemplazo de la palabra pueblo por gente, dice Sarlo y reflexiona: “la política ha dejado de ser joven”. Algo así como que la juventud no encuentra en el presente la pasión que irradiaba en el pasado.

La inesperada muerte del ex presidente Néstor Kirchner obliga a reformular ciertas categorizaciones que plantea Sarlo, a esta altura un tanto encorsetadas. La sustancia “pueblo” tiene la cualidad de producir un sujeto colectivo con sentido de pertenencia. Fue notoria la participación de la juventud dentro de las organizaciones políticas, la manera espontánea en que ella se expresó en la capilla ardiente y el agradecimiento por el recupero de la pasión. La imagen compacta del “pueblo” y no de gente hizo estremecer a partidarios y no partidarios.

“Populismo celebratorio”

De lo que se trata es de valorar cada sistema cultural; esto no significa evitar una comparación con lo extranjero, como lo hacían los colonizadores con nuestros aborígenes, como tampoco una sobrevaloración de lo popular haciendo de esto un mero populismo. Aquí radica el hilo conductor del libro, lo que la autora llamó populismo celebratorio. Se podría relacionar con el pensamiento de Geneviève Bollème quien plantea que casi siempre el discurso pronunciado sobre el pueblo, para el pueblo, hacia él, surge de las personas más instruidas. Pero es también un discurso que no se pronunciaría si no estuviera puesto ante un sujeto, lo cual ubica a quien lo enuncia en una curiosa situación: habla para tender un puente hacia este sujeto (pueblo) al que su misma palabra ha separado.

Tiempo presente resulta un libro interesante, ágil, de acontecimientos fugaces aunque significativos, organizados temáticamente, en el que se reflexiona sobre la actualidad.

© LA GACETA                                                            

MARCOS ROSENZVAIG

- Eva Perón, el fin de Aramburu, una etapa de Borges

Historias de exclusividad, venganza y violencia

ENSAYO

LA PASIÓN Y LA EXCEPCIÓN

BEATRIZ SARLO

(Siglo XXI - Buenos Aires)

La pasión y la excepción está integrada por tres temas contundentes: Eva Perón, la muerte de Aramburu y una etapa de la literatura de J. L. Borges. Cada uno de ellos -especialmente el de Borges- parece haber sido en principio elaborado individualmente hasta encontrar un denominador común constituido justamente por la pasión y la excepción.

La sola mención de Eva Perón, el robo de su cadáver y posterior devolución, el asesinato de Aramburu por los montoneros y la literatura de Borges están “impregnados” de pasión, violencia, venganzas. En cuanto a La excepción, enunciada en el título del ensayo, se refiere a la cualidad de exclusividad que cada uno de ellos tuvo, o sigue teniendo.

En el caso de Eva Perón, el esquema está planteado principalmente desde dos vértices: el pueblo o inconsciente colectivo, y Eva frente a Perón, al pueblo y a la oposición. Desde que conoció a Perón, y hasta su final, la mirada de Sarlo buscando esa justificación en Eva lleva al lector a juzgar, deducir caracteres psicológicos aceptando algunas premisas. Es difícil no adherir por vía de los sentimientos a determinada postura y luego cambiando la óptica, dudar por un momento de la rigidez monolítica de la aseveración anterior. Sin embargo, el balance es altamente constructivo. De los tres temas, el de Eva Perón es el más apasionante, quizás porque no deja fuera a las virtudes de su pasión y su excepcionalidad indiscutible, enunciando a la vez las falencias. La pasión le da fuerzas a Eva para seguir “experimentando la pasión”. Esa tautología se manifiesta magníficamente en los últimos meses, sobre todo, en los que a pesar de su enfermedad, no puede detenerse para intentar su curación, pensando en su causa. Como Juana de Arco, inmolándose en esa hoguera, es, a pesar de todo, feliz.

La autora cita también la forma negativa de la pasión en Eva: el resentimiento y el deseo de venganza contra sus opositores como contrapartida. Pero quien ha recibido todo -poder, dinero, idolatría- siente que debe retribuirle todo. Lo complicado de este don es su asimetría: Eva lo compensa con el fanatismo, al que en su religión “civil”, considera una virtud. Su relación con Perón la condujo a sitiales impensados. Cuando se convierte en primera dama, adquiere un estilo mezcla de Greta Garbo y Audrey Hepburn. Beatriz Sarlo concluye que aunque Eva como actriz no llegó a lograrse, esa disposición la favoreció al convertirse en Eva Perón porque introdujo justamente cierta teatralidad en un medio en el que no tenía rivales, y en el que su pasión se vio beneficiada con su excepcionalidad.

Nexos

Su muerte y la posterior desaparición del cadáver serán el elemento que relacione a esta primera parte del ensayo con la muerte de Aramburu por parte de los montoneros. Aquí la autora analiza la pasión vengadora de los grupos, que pedían la restitución del cadáver de Eva; la excepcionalidad genérica desde el idealismo, la disposición de dar la vida en lucha, sus ídolos, sus fuentes de inspiración y el contexto histórico que es de público conocimiento. La cita de algunos cuentos de Borges cuyo nudo es la venganza exagerada y sus antecedentes, preparan al lector acerca de lo que se relata en el tema de Aramburu. La intervención de J. L. Borges se concreta en el plano de la violencia y la crueldad en la ficción (”El otro duelo”, de El informe de Brodie) y en una interesante hipótesis sobre su estilo, en esta obra de indudable valor didáctico y especulativo.

(c) LA GACETA

HORACIO SEMERARO

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