Aprovechando la visita del presidente Javier Milei a Tucumán, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, fue el nexo para que la familia del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela, pueda trasladarle al mandatario sus preocupaciones y su pedido para que recupere la libertad y vuelva al país.
Casi una semana después de la detención de Gallo, nacido en Catamarca, Milei se reunió este ayer con sus familiares, durante el evento organizado por la Fundación Federalismo y Libertad, en donde el presidente recibió el premio Juan Bautista Alberdi.
La reunión fue confirmada a través de redes sociales por Jalil, uno de los gobernadores peronistas más cercanos a Milei, quien explicó que “el presidente manifestó su apoyo en este angustiante momento y remarcó que se están realizando todos los esfuerzos diplomáticos y legales para exigir la liberación de Nahuel, que se encuentra detenido en Venezuela”, escribió Jalil en su cuenta en “X”. “Seguiremos gestionado y trabajando con todos los organismos nacionales para que Nahuel vuelva a estar con su familia”, continuó.
Gallo está detenido en Venezuela acusado por Maduro
La detención de Gallo fue confirmada el pasado viernes, cuando el Gobierno informó que el gendarme había sido apresado por fuerzas del régimen venezolano liderado por Nicolás Maduro. Ante esta situación, el Ministerio de Seguridad solicitó la intervención de la Cancillería para presentar un reclamo formal en Venezuela y demandar la pronta liberación del agente.
Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), viajó el 8 de diciembre desde Colombia hacia Venezuela. Según informó el diario La Unión, ingresó por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, ubicado en Táchira. Tenía previsto visitar a su pareja venezolana, María Gómez, y a su hijo de 2 años, quienes habían viajado previamente para cuidar de la madre enferma de la mujer.
El catamarqueño cumple funciones en el escuadrón 27 de "Uspallata", en Mendoza, y custodiaba el paso fronterizo entre Chile y Argentina. Estaba de licencia anual y había viajado de forma legítima a Venezuela, con autorización de la GNA. No tenía vínculos con operaciones de inteligencia ni con actividades oficiales.
La detención ocurrió luego de una serie de entrevistas en el puesto fronterizo y de que las autoridades venezolanas revisaran el teléfono de Gallo. Al parecer, algunos mensajes que intercambió con su esposa, durante las últimas elecciones, podrían haber sido determinantes para su detención, definida como ilegal por el Gobierno argentino.