La sala Orestes Caviglia estaba repleta este jueves 19 de diciembre de 2024 por la mañana. El público se acomodaba como podía para asistir al primer acto de reconocimiento de Jóvenes Destacados 2024 organizado por la Secretaría de Estado de Juventud de la Provincia que encabeza Melina Morghenstein. Entre los chicos y chicas distinguidos había representantes del deporte, el arte, la salud, la política y el deporte de las diferentes comunas y municipalidades de Tucumán. Nicolás Ariel Gautero, de 21 años, fue destacado por su labor social. Es que, después de superar la enfermedad y dos cirugías complejas, Nicolás se puso al hombro la misión de Cáritas en la capilla de El Timbó.
"Nico" se dejó guiar por la fe, según comentó en un diálogo que sostuvo con LA GACETA. El joven contó que un sacerdote había tenido la iniciativa de instalar Cáritas Parroquial para ayudar a las familias con necesidades básicas insatisfechas y que pensó que él, que estudia Derecho en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), podía liderar el proyecto. Aunque la tarea parecía ardua, el estudiante aceptó el desafío de prestar servicios a su comunidad y desarrollar su carrera universitaria al mismo tiempo. Nicolás comentó que sus experiencias fueron más que maravillosas y que con Cáritas pudieron ayudar a muchas personas humildes. ¿Cómo lo hicieron? Los vecinos de El Timbó se solidarizaron con la causa, y donaron ropa y comida.
El aterrizaje de este estudiante de Derecho a la Fundación Cáritas se remonta a 2023. Mientras pasaba por una enfermedad y un par de operaciones muy riesgosas, Nicolás halló el apoyo emocional y la contención que precisaba en la capilla de El Timbó.
“En la fe encontré mi sostén, la manera de mantenerme firme y de no perder la esperanza porque fueron cirugías graves y mi estado era complejo”, dijo Gautero entre lágrimas y un mar de recuerdos emocionantes. Él era uno de los pocos jóvenes que participan en la vida de su capilla. Ya en 2024, ante la propuesta del sacerdote, que conocía su historia personal, "Nico" comentó que dejó de lado sus miedos de “no poder o no saber estar a la altura” del desafío de ayudar a los más necesitados a través de Cáritas.
“Todo se va uniendo de algún modo y la vida sorprende. En mi caso, empecé a estudiar Derecho antes de entrar a Cáritas. Aún no sé qué orientación seguiré en el futuro, pero con el trabajo solidario que hago ya tengo una orientación: sé que me gustan mucho los derechos sociales”, reflexionó.
Ante su familia y amigos, Nicolás recibió el reconocimiento de la Secretaría de Estado de Juventud que pone de manifiesto su amor por prójimo y su fe en la Iglesia. Mientras recibía abrazos y felicitaciones, este joven de 21 años dejó un mensaje claro para los chicos de su generación: “hay que soñar en grande, embarcarse en un objetivo y cumplirlo. Poner todo el empeño y trabajar con esfuerzo. Con voluntad y fe, los resultados llegarán solos”.