Cuando se mira el cielo por la noche se ven las mismas estrellas a lo largo del tiempo. En realidad no son las mismas las que se ven en distintas épocas del año. En verano se ven algunas pero son diferentes a las que se ven en invierno. Esto ocurre por el movimiento de la Tierra. Parece que las estrellas son siempre iguales, pero no es así, se van modificando, pero el tiempo en que ocurren los cambios, son muy largos como para que una persona pueda detectarlos.
Las estrellas se forman a partir de una nube de gas interestelar y desde que empiezan a formarse hasta que llegan a ser estrellas pueden pasar ciento de miles de años, dependiendo de su tamaño. Las más grandes se forman más rápido. En esta etapa de llaman protoestrellas, cuando tienen la temperatura suficiente para producir reacciones nucleares en su interior, ya es una estrellas. A partir de ese momento se dice que está en la Secuencia Principal, se podría decir que es una estrella adulta. El combustible que inicia las reacciones nucleares es el Hidrógeno y se va consumiendo a medida que pasa el tiempo. Cuando casi no queda Hidrógeno comienza el camino a su muerte. Esto puede demorar entre miles de millones y varios billones de años. Una vez que se comienza a agotar el Hidrógeno la estrella se expande, se enfría y pasa a la etapa de Gigante o Supergigante roja. Cuando no queda más Hidrógeno se formará una nebulosa planetaria o producirá una explosión de Supernova, quedando como remanente una enana blanca, una estrella de neutrones y en algunos casos un agujero negro.
Todo esto implica procesos físicos muy complejos y difíciles de estudiar. A los objetos del cielo se los tiene que estudiar por la radiación que llega a los telescopios y nadie podrá observar una estrella desde que nace hasta que muere. Las protoestrellas que comenzaron a formarse cuando Galileo empezó a usar el telescopio, todavía no llegaron a ser estrellas y la mayor parte de las que se ven actualmente se formaron antes de que el hombre aparezca en la Tierra.
¿Entonces cómo se estudian las estrellas?
Para estudiarlas se hacen modelos con los que se pueda reproducir la radiación que recolectan los telescopios, es algo parecido a una maqueta que va cambiando con el tiempo. Las estrellas en formación emiten radiación infrarroja, que es una radiación que casi no llega a la Tierra. Con el telescopio espacial Hubble se pudieron observar las zonas de formación de estrellas y las protoestrella, hace 30 años. Antes no era posible observarlas.
Pero cómo se sabe cómo evoluciona una estrella si no podemos observarla a lo largo de su vida. Para ello hay que observar muchas estrellas de todo tipo y armar un gran rompecabezas para hacer el modelo que explique la evolución.
Supongamos que llega un extraterrestre a la Tierra, que va a estar poco tiempo y quiere saber cómo es la vida del hombre desde que nace hasta que muere. Si va a un lugar muy concurrido podría tomar una foto y analizándola podría concluir que la vida comienza como un bebe que no tiene independencia, que luego pasa a la etapa de la niñez, a la adolescencia, a la adultez y a la vejez. Lograr esto es muy complejo y más aún con las estrellas de las que solo se tiene la radiación que se puede detectar.
¿Qué validez tienen los modelos?
Ellos tienen que tener un fundamento científico y poder reproducir lo que se observa. Serán válidos siempre que reproduzcan las observaciones. Muchas veces con los avances tecnológicos se pueden descubrir cosas o procesos que no se conocían y pueden invalidar un modelo total o parcialmente. Un modelo no es una verdad absoluta.
Toda esta complejidad hace que sea tan apasionante estudiar la vida de las estrellas.