Luego de 228 días de zafra durante este año, el asesor privado Franco Fogliata consideró interesante hacer un breve de lo acontecido y comparar resultados con campañas anteriores. Para esto último, contempló dos períodos: de 2021-23 y de 2012-2024.
“Este año fue un récord en Tucumán en cuanto a toneladas de caña molida, con 17.043.350 toneladas brutas y 15.348.981 toneladas netas. Los rendimientos alcanzaron un 8,234% y un 9,143%, respectivamente. El último ingenio en parar trapiche en primeros días de diciembre, llegó a un 7,881%”, dijo.
También se alcanzó un gran tope en hectáreas cosechables con 294.470 hectáreas; 16.060 más que el año pasado -un 6%-. “Pero con la sorpresa de que hubo 1.910 hectáreas en Santiago del Estero y 90 hectáreas en Catamarca.
Del total y según la sección Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), hubo 53.270 hectéreaa con rindes altos (18%), 160.990 hectáreas con rindes medios (55%) y 80.230 hectáreas con rindes bajos (23%). Los medios y altos superan las 65 toneladas de caña por hectárea.
En cuanto al azúcar equivalente se produjeron 1.403.506 toneladas; un 8% más que en el período 2021-23, que registró una media de 1.287.282 toneladas. “La producción de este año es casi la misma que la de 2020 (1.404.006 toneladas), pero entonces con menos hectáreas (276.880 hectáreas)”, dijo.
Este año se produjeron 1.196.275 toneladas de azúcar física; en las cuales predomina el blanco A, con 752.714 toneladas; y valores altos del crudo, con 336.492 toneladas, además del refinado y del orgánico. La diferencia entre el equivalente y el físico es de 207.231 toneladas y que presumiblemente sean para obtener etanol.
“Al comparar los rendimientos fabriles netos de 2024 con los del período 2021-23, resultaran ser de un 9,143% frente a un 9,384%. En este aspecto llama la atención que, a partir de 2017, Tucumán nunca alcanzó a un 10%, como en ciclos anteriores”, señaló Fogliata.
El experto consideró que es hora de emplear la técnica de los análisis directos en este aspecto, como se hace hoy en todo el mundo, debido a la influencia de la cosecha mecanizada, que introduce caña con materias extrañas a la molienda (trash). Esta técnica es más segura y confiable al no tener anacrónicos coeficientes teóricos, que ya nadie emplea, salvo en Argentina.
“Volviendo a comparar datos con el ciclo 2012-2024, vemos que las hectáreas cosechables subieron un 17% en 12 años, las toneladas brutas molidas también crecieron, un 30,6%. Pero aquí merece atención que al azúcar equivalente producido solo subió un 8,84%, lo cual no guarda relación con los otros aumentos citados. Quizás esté dado por la baja del rendimiento fabril, que descendió de un 9,88% a un 9,143%”, dijo Fogliata.
Y consideró que el tema de los rendimientos fabriles merece una consideración más cuidadosa. “Los análisis indirectos y el jugo de primera presión viene desde 1928. Tomando datos de la ex Dirección Nacional del Azúcar, durante el decenio 1980-1990 la media marcó un 9,552%, con umbrales de un 7,792% -en 1989, debido a una feroz sequía- y con 10,549% en 1986. Para 1990 se ve un rendimiento de un 9,125% y de un 12,12% de pol% caña”, señaló.
Agregó que en aquellos años la información técnica era muy completa, cosa que hoy no existe. “Los datos que exponemos son a nivel provincial y no por sectores, y así podemos tomar cifras estadísticas sobre comportamiento del cañaveral total en cuanto a toneladas de caña por hectárea y los kilos de azúcar por hectárea. “El cálculo es simple: toneladas brutas molidas vs. hectáreas cosechables; y toneladas azúcar equivalente vs. hectáreas. Así surgen 51,4 toneladas de caña por hectárea en 2012 vs. 57,8 toneladas por hectárea en 2024 (11,6% mayor) y con el azúcar por hectárea fueron 5.120 kilos por hectárea en 2012, vs. 4.767 kilos por hectárea en 2024. En el ínterin de esos 12 años hubo varios años con más de 5.000 kilos por hectárea. Comparado solo con 2023, hubo mayores valores este año en ambos aspectos. Las toneladas de caña por hectárea en 2024 resultaron 57,8 toneladas por hectárea vs 55,21 toneladas por hectárea y los kilos de azúcar por hectárea fueron 4.767 vs. 4.630)”, dijo.
Indicó que esto tiene una contraparte, no muy buena: el precio de la bolsa de azúcar que recibe el productor. “Según el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu) el precio nominal al 6 de diciembre era de $ 24.450 la bolsa de 50 kilos, con IVA entrega ingenio ($ 489/kg) y el real de $9.178”, dijo. Y contó que el precio nominal de un año atrás era de $28.166.
“Si lo comparamos con los precios del mercado internacional al 5 de diciembre, la tonelada de azúcar refinado estaba en U$S 549,6; y el crudo, en U$S 470,47. Al cambio de $ 1.033 por dólar, el refinado sería $27.562 la bolsa de 50 kg, y para azúcar crudo $ 23.523. Respecto del precio del bioetanol de caña, Cactu indica $703,80 el litro contra $645,06 para el de maíz. De una bolsa de 50 kilos pueden surgir 29,3 litros del anhidro, que significarían unos $20.621”, indicó.