Nueva Zelanda ha anunciado su intención de prohibir las controversiales carreras de galgos, deporte que ha sido condenado en más de 42 estados alrededor del mundo. Las autoridades repararon en que esta disciplina pone en riesgo la vida de estos animales, advirtiendo que muchos de ellos resultaron lastimados o debieron ser sacrificados tras las pruebas.
En el día de ayer, el gobierno de Nueva Zelanda anunció sus planes de prohibir las carreras de galgos por atentar contra la vida de estos animales. Esto reducirá la cantidad de países que admiten este deporte, los cuales sumaban cinco alrededor del mund,. En algunos lugares se trata tan solo de carreras amateur y de netretenimiento, sin embargo, en países como Australia y Estados Unidos, el deporte forma parte de la industria del juego y las apuestas, como las reconocidas carreras de caballos.
El gobierno de Nueva Zelanda anunció que prohibirá las controversiales carreras de galgos
Las carreras de galgos han sido un deporte de apuestas bastante popular en algunos momentos del siglo pasado. Estas consisten en una competencia donde los animales corren alrededor de una pista cerrada persiguiendo una liebre mecánica. Según Animals Australia, la organización de protección animal líder del país de Oceanía donde esta práctica comercial es legal, “la carrera de galgos comienza como una apuesta que para la mayoría de los perros termina en tragedia”.
Entre las consecuencias de este tipo de disciplina, muchos de los perros debieron ser sacrificados debido a lesiones sufridas en el día de la competicióno la imposibilidad de encontrar un refugio para estos al término de su carrera deportiva. Los galgos que llegan a la pista son puestos en riesgo significativo de sufrir lesiones graves, como fracturas de corvejones o patas, o traumatismos craneales, durante el entrenamiento y las carreras. Se informa que hasta 200 perros resultan heridos durante las carreras oficiales cada semana, según Animals Australia.
Las asociaciones de carreras de galgos criticaron la decisión del gobierno
La prohibición de Nueva Zelanda aún no es ley, pero cuenta con un respaldo político universal. El gobierno planea detener las carreras a partir del 1 de agosto de 2026 para permitir que los 2.900 perros de carreras encuentren un nuevo hogar y que más de 1.000 personas empleadas en la industria encuentren otro trabajo, dijo el martes el ministro de Carreras, Winston Peters.
La asociación Greyhound Racing New Zealand acusó al gobierno de no reconocer las mejoras realizadas, incluido su compromiso de hacer un seguimiento del cuidado de cada perro retirado durante el resto de su vida. El anuncio del martes fue “un golpe devastador”, dijo el presidente Sean Hannan.
La organización de defensa de los animales SPCA elogió al gobierno por mostrar “compasión por los perros que se ven obligados a trabajar en una peligrosa industria del juego”. La práctica ha estado en desuso durante mucho tiempo en Nueva Zelanda, dijo la portavoz Arnja Dale.