Por Verónica Leiva
LA GACETA
Mientras Taylor Swift se encontraba en el último tirón de The Eras Tour, las redes sociales estallaron con las tradicionales capturas del Spotify Wrapped, una costumbre anual que resume los hábitos de escucha de los usuarios. Taylor Swift, con más de 26.600 millones de reproducciones globales, se coronó como la Artista Global Top de Spotify en 2024, mientras que su último álbum, The Tortured Poets Department (2024), lideró las listas de los más reproducidos. Este disco, compuesto por 31 canciones, es el más extenso de su carrera hasta ahora.
Apenas días después del estreno del álbum, la cantante sorprendió a sus fans al incorporar un medley de siete canciones (But Daddy I Love Him, So High School, Down Bad, Fortnight, Who’s Afraid of Little Old Me?, The Smallest Man Who Ever Lived, I Can Do It With a Broken Heart), demostrando que su último álbum también era una “era” y el espectáculo debía ser lo más completo posible.
Un nuevo concepto
“Nunca olvidaré la llamada cuando le expliqué a mi equipo... Lo llamaremos The Eras Tour y cada álbum tendrá su propio capítulo, su propio mundo”, revela Swift en The Official Eras Tour Book. La gira, que nació como un homenaje a su evolución artística, superó todas las expectativas al convertirse en un fenómeno cultural sin precedentes desde su inicio el 17 de marzo de 2023, en Estados Unidos y terminó, después de casi un año, en la madrugada de hoy.
En cada show, sus fans asistieron con atuendos ingeniosos, crearon la tradición de intercambiar pulseras de la amistad, planearon fan actions, y especularon sobre la canción sorpresa que interpretaría o los atuendos que usaría para cada era. Todo a merced de “vivirla”.
En el libro oficial de la gira, Swift admite: “Me prometí a mí misma ser más fuerte, física y mentalmente, como nunca antes. Ser más disciplinada y comprometida con mi salud, mi estado físico y mi resistencia”.
Con una impresionante extensión geográfica y con artistas de gran calibre como teloneros e invitados sorpresa, el Eras Tour logró reunir multitudes en 152 ciudades alrededor del mundo, demostrando su alcance global. La gira no solo fue un éxito de taquilla, sino que también marcó un precedente en la industria musical, con más de 500 horas de música en vivo y una recaudación récord que superó los U$S2.165 millones.
Su paso por Buenos Aires, Argentina fue tan exitoso como en el resto del mundo. Más de 68.000 personas se hicieron presentes en cada una de las tres fechas en River Plate.
A las multitudes se sumaron una enorme cantidad de celebridades que estuvieron como espectadores, algunos de los nombres más interesantes fueron: Paul McCartney, el Príncipe William, Meghan Markle, Stevie Nicks, Anya Taylor-Joy, Anne Hathaway, Greta Gerwig, Kevin Costner, Ryan Reynolds, Tiffany Haddish, y muchísimas más.
Una experiencia transmedia. El impacto de The Eras Tour se extendió más allá de los escenarios: su película se convirtió en el documental de conciertos más taquillero de la historia, logrando la mayor preventa para un evento en cines con U$S 26 millones vendidos en un solo día; mientras que The Official Eras Tour Book ofreció a los fans una perspectiva íntima de la gira, con fotografías, bocetos y reflexiones personales.
Lecciones para futuros artistas. Las estrategias de la cantautora de Pensilvania, tanto comerciales como artísticas, hoy son un gran faro para productores y artistas, desde el control creativo hasta la importancia de proteger la relación con los fans y las luchas por condiciones más justas en la industria.
Compromiso, resiliencia
Durante la gira, Swift lanzó 45 temas nuevos, incluyendo regrabaciones y canciones inéditas. Por otro lado, sólo 3 shows fueron cancelados, tras una sospecha de un ataque terrorista dirigido a los conciertos en Austria.
A pesar de la pérdida de sus másters originales producidos entre 2006 y 2016, la artista enfocó sus esfuerzos en recuperar el completo control de su carrera: giras, grabación, equipo, licencias, y merchandising.
Cuidado de su imagen. Taylor Swift ha evitado polémicas innecesarias y cuando las hay, responde con profesionalismo sin caer en espirales mediáticas.
A lo largo de su carrera, ha logrado crear una relación genuina con sus seguidores y con todo su equipo de trabajo haciéndolos sentir parte de su historia, creando un espacio de pertenencia y apoyo mutuo.
Quitó todo su catálogo de Spotify por estar en desacuerdo con un modelo de negocio que no beneficiaba en nada a los artistas, sobre todo, los emergentes. También, amenazó con quitarlo de Apple Music y logró que le pagaran a todos los artistas durante el período de prueba de usuarios de la plataforma.
Con un nivel de detalle envidiable, Taylor Swift jamás ha dejado de compartir su vida personal y emocional de manera auténtica a través de su música. Sin tapujos, escribe sobre la vulnerabilidad, el miedo, la felicidad, la vergüenza, la venganza y también, sobre estar totalmente enamorada y totalmente devastada. Las palabras son su mayor fortaleza, y es lo que siempre la mantuvo en un lugar tan preciado dentro de la industria musical.
De hecho, el set más esperado en la noche de cada concierto fue el momento acústico. Un momento íntimo en el que ella sola con su guitarra, ponía un alto en el frenético show como cuando recién comenzaba en The Bluebird Café, salvando las distancias, se dirigía al público una modesta selección de canciones sorpresa. Nadie sabía qué o cuántas tocaría y eso brindaba aún más emoción.
Hoy, con 18 años de carrera, Taylor Swift está más vigente que nunca; una artista que ha sabido mantener una carrera sin dejar de desafiarse a ella misma, sin nunca perder su esencia a pesar de la gran marea que conlleva ser una superestrella.