06 Diciembre 2024
La ansiedad por cumplir con cada pendiente y las ganas de dar lo mejor de sí mismo pueden ser una combinación peligrosa durante fin de año.
Con la llegada del fin de año y las fiestas propias de la época, suele aparecer un síntoma como moneda corriente. El estrés por cumplir con las obligaciones, planear encuentros sociales y cerrar perfectamente el año laboral tiende a apoderarse de las personas que quieren hacer todo de manera perfecta. Este encadenamiento de acciones da lugar a lo que informalmente se conoce como Síndrome del Superhéroe de fin de año.
La persona que, metafóricamente, decide ponerse la capa de superhéroe suele ser la que más padece las consecuencias del síndrome. Sin embargo, sus consecuencias pueden afectar también a otras personas, ya que puede producir rispideces en el trato como producto del estrés.
Síndrome del superhéroe de fin de año: cómo afecta
Esta condición afecta principalmente a quienes acostumbran a pautar objetivos altos, complejos o difíciles de llevar a cabo. El perfil de quien necesita aprobación o reconocimiento constantemente se ajusta al de los más afectados por este síndrome y puede generar diferentes sintomatologías como:
Las pausas y los descansos son clave para evitar el estrés de fin de año.
- Agotamiento físico y mental: mala calidad de sueño producida por insomnio o un sueño interrumpido y falta de energía a lo largo del día para cumplir con las tareas pendientes.
- Ansiedad constante: sensación de estar al límite que ubica a la persona afectada en una postura defensiva y alerta.
- Irritabilidad o explosiones emocionales: gritos o enojos ante pequeños desencadenantes o retrasos en la planificación prevista
- Dificultad para disfrutar: imposibilidad de relajarse y disfrutar de los pequeños detalles, de los momentos importantes por estar pendientes de las impresiones ajenas.
Cómo lidiar con el síndrome de fin de año
Aunque no suele ser fácil de reconocer y mucho menos de controlar, la principal medida que se debe tomar en esta época del año es pausar el ritmo vertiginoso con que toda tarea debe hacerse. Actividades como el mindfulness o las meditaciones pueden ser ideales para "frenar" y concentrarse en lo que es verdaderamente importante.
Estas son algunas medidas para tener en cuenta:
- Priorizar el disfrute sobre la perfección: las fiestas deben ser un momento de conexión y alegría, no de tensión.
- Delegar tareas: comunicarte con familiares y repartir responsabilidades también demuestra confianza en los demás.
- Tomar momentos de descanso: dedicar tiempo a actividades placenteras o simplemente a no hacer nada es parte fundamental del autocuidado.
En caso de que las responsabilidades afecten la salud y sobrepasen las capacidades de esta época del año, es recomendable consultar con un especialista.
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