Los colegios nacionales son considerados en la historiografía como una de las primeras iniciativas de Bartolomé Mitre de nacionalización y sistematización de la educación en el país. Se concibieron con sentido político, orientación elitista y planes de estudio enciclopedistas hacia una vertiente humanística clásica. Lo segundo marcó una diferencia notable de objetivos entre Mitre y Sarmiento ya que el primero pretendía conformar una élite preparada para dirigir el nuevo Estado y el segundo quería construir en las masas un concepto ciudadano que permitiese erradicar la “barbarie”. El Colegio Nacional de Tucumán fue creado por decreto del 9 de diciembre de 1864 conjuntamente con los colegios nacionales de Catamarca, Salta, Mendoza y San Juan. Previamente, por decreto del 14 de marzo de 1863, se había creado el Colegio Nacional de Buenos Aires. La Guerra del Paraguay puso un freno momentáneo a la aparición de nuevos colegios nacionales cuyas fundaciones se reactivaron bajo la presidencia de Sarmiento. Pese a esto, la crisis económica de 1873 y la reorientación educativa impulsada por este, provocaron una detención en la apertura de colegios nacionales. Esta se reinició en el año 1887 con la fundación del Colegio Nacional de La Plata siendo presidente Miguel Juárez Celman. Cabe destacar que una copia de la fotografía que ilustra la presente carta de lectores, pero de cuerpo entero, de color sepia y de grandes dimensiones, preside desde hace larguísimos años el rectorado del Colegio Nacional “Bartolomé Mitre”. En la misma se observa a Mitre con su chambergo. Usaba este sombrero para disimular una cicatriz que tenía en la frente producto de una herida de bala sufrida durante el Combate de Langdon el 2 de junio de 1853.
Marcelo Gustavo Marano