La sensación de miedo sigue intacta entre los vecinos del estadio Ingeniero José María Paz. Las imágenes de los incidentes durante el partido entre Atlético Concepción y Sportivo Guzmán permanecen latentes. Corridas, gritos, balas de goma... Ese combo les eriza la piel y, sobre todo, les hace experimentar una constante sensación de peligro. Un sentimiento que, aunque el partido ocurrió el domingo pasado, todavía no desaparece.
El tema ocupa el centro del debate en cada mesa familiar de la zona. “¿Dónde estuviste? ¿Qué hiciste? ¿Cómo te cuidaste? ¿Algún familiar estuvo implicado? ¿Están todos bien?”, son algunas de las preguntas que se plantean. Cada persona tiene una experiencia distinta, y muchos prefieren guardar silencio por una razón: el temor a las represalias. “Mirá si nos vienen a apedrear la casa”, comentó uno de los vecinos a LA GACETA. Esa preocupación se refleja en la mayoría de los vecinos, cuyos rostros expresan mucho más que unas pocas palabras.
Johana Mansilla es una de las pocas vecinas que alzó la voz sobre los sucesos. Durante los incidentes, ella estaba en su casa junto a sus hijos. Al escuchar gritos y corridas, decidió encerrarse en el fondo de su hogar para resguardarse. “No sabíamos nada de lo que estaba pasando. Solo escuchábamos disparos y gritos. Las criaturas se largaron a llorar de los nervios”, relató.
Mansilla asegura que este tipo de reacciones no son comunes entre los fanáticos de los “Leones”. De hecho, contó que minutos antes de que se desatara la trifulca, había ingresado al estadio para buscar a su hijo. “Él toca el repique, y no sé por qué, pero ese día lo fui a buscar antes de que sucediera todo. Generalmente ya no pasan estas cosas. Nos sorprendió”, explicó.
El estadio de los “Leones” sigue con las puertas abiertas y en las mismas condiciones en que quedó el domingo. Todavía hay escombros y vidrios en la puerta del vestuario visitante. Además, una ventana tiene una abertura por la que ingresaron proyectiles al vestuario. Ni hablar del campo de juego, que está lleno de botellas y cartones usados para agredir a los futbolistas del “Juliano”.
René Gómez fue uno de los hinchas que presenció el duelo. Tras el tercer gol, según cuenta, un grupo de fanáticos ingresó al campo de juego y desbordó el operativo policial dispuesto para el partido. Entre el miedo y la desesperación, decidió correr hasta su casa y esperar a que la situación se calmara.
“Los hinchas no hacen distinciones y golpean a cualquiera. Hace un año, mataron a un hombre en medio de disturbios similares. Vivimos con miedo. El problema es que cada vez hay menos policías para controlar estos partidos”, opinó.
José Pérez vivió una experiencia distinta. Hace años que no asiste a la cancha, pero siempre se mantiene alerta por la cercanía de su hogar al estadio. Esta vez, los tiros y los gritos lo hicieron salir a la vereda para observar qué ocurría. “Solo veía gente correr. Tenía miedo de que me pasara algo”, indicó.
El presidente de Atlético Concepción, Daniel Bustos, se encuentra en Buenos Aires. “Nuestros hinchas no fueron los responsables. Los que causaron estos destrozos fueron enviados por alguien. Un verdadero hincha no destruye la institución ni hace lo que ellos hicieron, mucho menos rompe una ambulancia. Incluso hubo robos a los familiares de nuestros jugadores”, afirmó.
Según la resolución del Tribunal de Disciplina del Consejo Federal, los "Leones" fueron sancionados con la clausura del estadio por seis meses y suspendidos para participar del Regional Federal Amateur por dos años. También se incluyó una multa de 300 entradas generales durante tres fechas.