Antes de un final trágico, se batió un récord en lo alto del cielo, específicamente a unos 11.227 metros de altura. Compitiendo contra un avión que volaba por aquellas latitudes, el buitre de Ruppell se desplazaba libremente en la parte más última de la tropósfera terrestre. Sin embargo, el desenlace no fue el mejor, ya que la aeronave atrapó en sus motores al prodigioso animal.
Aunque las alturas varían entre especies, los vuelos de las aves que conocemos no superan más de los 4500 metros. En el caso de petirrojos y cuervos este tan solo llega a los 1500 metros pero existen aves que superan el promedio, como es el caso de buitres y halcones que pueden alcanzar los 7600 metros de altitud. Sin embargo, el récord se lo llevó un ave del África subshariana en un trágico evento cuando se estrelló con un avión que volaba por su misma ruta.
El buitre de Ruppell, el ave que se llevó el récord en un trágico evento
El 29 de noviembre de 1973 el buitre Griffon de Rupell se encontraba volando a unos 11,277 metros de la superficie terrestre. En ese mismo momento un avión se trasladaba por aquella altitud, sobrevolando la Costa de Marfil, en África. En ese momento, la aeronave sufrió una sacudida en uno de los motores y uno de ellos quedó inutilizado. Esto provocó problemas en el vuelo, dificultando su llegada a destino.
Cuando finalmente el avión aterrizó en Abidjan, la capital de la Costa de Marfil, inspeccionaron el motor y para su sorpresa encontraron los restos de un animal. Estos fueron analizados por un ornitólogo, que dictaminó que sin duda se trataba de un espécimen de buitre moteado. Evidentemente, el buitre no tenía forma de saberlo, pero acababa de batir el récord de “animal que vuela a la mayor altura”, con un impresionante registro de 11.277 metros. La gran desgracia del buitre moteado es que, a partir del siglo XX, otro animal consiguió volar a esa misma altura: el ser humano.
Las fascinantes características del ave que vuela más alto del mundo
El buitre moteado o “Gyps rueppelli” ostenta desde 1973 el récord Guiness del “animal que vuela a mayor altura”. Se trata de una especie que permanece en estudio desde 1852, cuando fue descubierta por el zoólogo alemán Alfred Brehm. Además de obtener el título del ave más prodigiosa en vuelos de altura, esta tiene otras características fascinantes.
El buitre de Rupell puede medir 103 centímetros de longitud corporal, desarrollar una envergadura de hasta 2,6 metros y alcanzar un peso máximo de 9 kilogramos. Por lo general, para encontrar alimento vuelan a una altura promedio de 6.000 metros, a una velocidad aproximada de 35 km/h, durante tramos de hasta 150 kilómetros diarios. Estos son carroñeros y fueron declarados en 2015 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como una especie en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat y el envenenamiento de su alimento, entre otros motivos.