El Juzgado Federal de Garantías N°2, bajo la dirección de la jueza Mariela Giménez, otorgó la prisión domiciliaria a Héctor Romero, el camionero imputado en la desaparición y muerte de María Cash. La información fue confirmada en exclusiva a LA GACETA por el abogado defensor de Romero, Fernando Díaz.
Romero, quien hasta ahora permanecía detenido en la sede de la Policía Federal en la capital salteña, será trasladado a su domicilio en General Güemes.
Según Díaz, la decisión de la jueza responde, entre otros factores, a razones de salud, ya que Romero padece cáncer de próstata y está bajo tratamiento médico.
“Estaba muy bien cuidado, pero también muy angustiado. La resolución alivia su situación, pero seguimos trabajando en el pedido de excarcelación y sobreseimiento, ya que sostenemos que no hay tipicidad del delito”, explicó el letrado.
El camionero cumplirá con la prisión domiciliaria en su hogar, donde residirá junto a su hija y esposa. Las autoridades dispondrán el uso de dispositivos electrónicos de monitoreo para garantizar el cumplimiento de la medida.
Cash desapareció el 8 de julio de 2011 mientras viajaba desde Buenos Aires hacia Jujuy. Su desaparición generó conmoción nacional, además de múltiples teorías y líneas de investigación. La imputación de Romero como sospechoso en el caso es una de las más recientes aristas del expediente, que sigue bajo investigación.
Una respuesta
“Queremos dar una respuesta a la familia y romper el pacto de silencio que obstaculizó la investigación, reforzado por denuncias falsas que desviaron la búsqueda”, afirmó el fiscal en diálogo con Fiscales.gob.ar. A pesar de los obstáculos, el caso fue reimpulsado con un enfoque interdisciplinario que incluye policías, investigadores, psicólogos y sociólogos.
Romero fue detenido e imputado por su declaración inconsistente y su aparente intento de desviar la investigación. Según Villalba, el camionero “se comporta como un culpable” y mostró actitudes sospechosas al recomendar a su entorno que mantuvieran las mismas declaraciones dadas hace 13 años. Además, las descripciones del detenido sobre su contacto con María no coinciden con los registros de la causa.
La fiscalía solicitó una inspección ocular en los lugares mencionados por Romero y rastrillajes en zonas que, según análisis, podrían haber sido utilizadas para ocultar el cuerpo. Estas medidas, en colaboración con el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas (Sifebu), buscan dar un paso definitivo en la resolución del caso.
“Estimamos entre una o dos semanas, pues se debe analizar cuáles son los campos a rastrillar, tomar los recaudos constitucionales para ingresar a esos lugares, ya que son propiedad privada”, dijo el fiscal.
“Para esta tarea, estamos en contacto con el organismo que se creó, justamente, a raíz de la desaparición de María Cash; me refiero al Sifebu, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, con el cual ya hemos hecho otros rastrillajes siguiendo otras hipótesis. Pero esta, creo yo, es la más concreta”, explicó.
Villalba reconoce que, aunque las expectativas son altas, también existen desafíos logísticos y temporales. “Buscar restos después de 13 años implica enfrentar cambios en el terreno, la vegetación y otros factores. Pero esta es la hipótesis más concreta que hemos tenido hasta ahora”, afirmó.
El fiscal enfatizó que más allá de la sanción penal, su prioridad es ofrecerle a la familia de María una respuesta sobre lo ocurrido. “La desaparición es más dolorosa que la muerte, porque deja abierta la incertidumbre. Queremos, de mínima, saber dónde está el cuerpo”, expresó.
“Nuestra esperanza es darle paz a la familia y que nunca más se repita algo así”, concluyó el fiscal.
Una línea: la inquietante hipótesis de la visita de un lugar del acusado
Entre los hallazgos más impactantes, se encuentra una nueva línea de investigación que apunta a la posibilidad de que Héctor Romero haya regresado al lugar donde, según la Fiscalía, habría escondido el cuerpo de María Cash, un mes después de la desaparición de la joven. investigadores realizaron un exhaustivo análisis de los impactos telefónicos de Héctor Romero durante un año completo, 2010/2011, con el fin de detectar cualquier anomalía en sus viajes previos y posteriores a la desaparición.
Lo que generó gran revuelo entre los investigadores fue un hallazgo que se produjo un mes después de la desaparición de Cash. El 8 de agosto de 2011, el análisis de las antenas mostró que la línea de Romero hizo una parada sospechosa en la zona de El Tunal, sobre la Ruta 16. Esta detención duró aproximadamente 1 hora y 20 minutos, y fue detectada justo en el momento en que se cumplía un mes de la desaparición de María.
Este hallazgo plantea una inquietante hipótesis: Romero podría haber regresado al lugar donde habría arrojado, según los investigadores, el cuerpo de la joven, exactamente un mes después del hecho. En esa fecha, su teléfono móvil registró un impacto en El Tunal a las 17:14, y no volvió a registrar actividad hasta las 19:10, cuando alcanzó J.V. González. La distancia entre El Tunal y J.V. González es de aproximadamente 35 km, una distancia que un camión cargado recorrería en 30 a 40 minutos, pero Romero tardó casi dos horas en cubrirla.