Los vehículos son el medio favorito para traficar droga en el NOA

Los vehículos son el medio favorito para traficar droga en el NOA

En autos y camionetas se trasladaban casi cuatro toneladas de droga. Los narcos se aprovechan de la situación social y económica para conseguir “mulas” que lleven estupefacientes.

EN PLENO TRABAJO. Los gendarmes acomodan los panes de cocaína que eran trasladados en una camioneta que fue detenida en Las Mesadas.

El avance narco en todo el NOA dejó probado un mecanismo aceitado que facilita el tráfico de estupefacientes. En lo que va del año, según los datos aportados por Gendarmería Nacional y por la Policía, en toda la región se incautaron 9.790 kilos de drogas, casi un 120% más de los 4.519 kilos incautados el año pasado. Si los números de la sustancia decomisada son sorprendentes, mucho más son los sistemas que se utilizan para transportarla.

Hasta el lunes, día en el que se conoció el último procedimiento, se secuestraron 8.200 kilos de cocaína, mientras que el año pasado el registro de decomiso fue de 3.941 kilos. En 2024, el NOA comenzó a consolidarse como productor de marihuana. Según los informes oficiales, en los 12 meses de este año se decomisaron unos 1.590 kilos de cannabis, más del triple de los 478 incautados el año pasado.

Si aumenta el tráfico de drogas, es lógico que se incrementen los secuestros. Pero también es una prueba de que los narcos tienen muy bien vistos los sistemas que utilizan para trasladar los estupefacientes. A la hora de hacer un ranking de métodos, el de ocultar la sustancia en autos y camionetas lidera las estadísticas. En 2024 ya se incautaron más de 3.700 kilos, mientras que el año pasado llegaron a poco más de 1.900 kilos.

El segundo lugar está ocupado por los secuestros realizados en la carga de camiones. En estos 11 primeros meses se superaron los 2.700, mientras que en 2023 se contabilizaron 1.100. Este es el sistema que menor incremento tuvo, según los datos oficiales. La cantidad de droga tiene que ver con la mayor capacidad de carga. En un auto, teniendo en cuenta los decomisos realizados, se pueden cargar hasta 80 kilos, en una camioneta hasta 140 y en un camión, más de 300 kilos.

Fábrica de lamentos

“Ellos se aprovechan de la situación económica y social del país. Convencen a muchas personas para que realicen viajes a cambio de una importante cantidad de dinero. Para muchos, en un viaje que dura 12 horas, pueden ganar dos veces más que lo que perciben trabajando. Imagínese lo que ocurre con aquellos que no tienen trabajo”, explicó la abogada Mariana Santillán.

La profesional usó esas palabras para referirse a las mulas, que son las personas contratadas para transportar la droga. Los investigadores sostienen que hay una verdadera “industria” detrás de esta modalidad. Los narcos primero buscan a la persona de confianza, después le entregan vehículos con documentación y les pegan como mínimo U$S1.000 para que realicen el viaje. El pago puede incrementarse hasta un 60% si el transportista acepta hacer el recorrido con su familia para no levantar sospechas. Todo está perfectamente planeado, menos las consecuencias que acarrea esta manera sencilla de hacer dinero.

“Benji” es un trabajador rural de Santiago del Estero. Por la actividad que desarrollaba en el campo, este joven percibía con suerte $500.000 al mes. En marzo, por recomendación de un amigo, visitó a una persona que le podía dar trabajo. Le ofreció $1,2 millones para que lo acompañara a Salta a buscar marihuana. Asfixiado por las deudas, aceptó el ofrecimiento. En un Fiat Cronos fueron hasta la vecina provincia. Al llegar al punto de encuentro comenzaron los problemas. El supuesto motociclista que debía llevar el cannabis no quiso hacer el viaje, por lo que cargaron la droga en el auto.

“El muchacho me pidió que manejara. Salimos a la ruta y a los 10 kilómetros nos topamos con un control. Nos encontraron la droga y nos detuvieron. Ahí terminó todo”, comentó en una entrevista con LA GACETA. “Él me dijo que se haría cargo de todo, pero nada de eso ocurrió. No me van a alcanzar los días para arrepentirme de lo que hice”, señaló “Benji” que, asistido por Aníbal Paz, a través de un juicio abreviado fue condenado a cuatro años y seis meses, pero al menos cumplirá la pena con arresto domiciliario. “Lo más gracioso es que al dueño de la carga le impusieron una pena de cuatro años, menos tiempo que a mí, pese a que el dueño de la droga era él”, dijo el penado.

Santillán sostuvo que estas personas saben que esta es una actividad muy riesgosa. “Transportar droga es un delito que tiene pena de hasta seis años. En la mayoría de los casos, como son primerizos, terminan recibiendo condenas de cuatro años y, en algunos casos, por cuestiones humanitarias y por la crisis carcelaria que hay, terminan cumpliendo la condena con la modalidad de arresto domiciliario”, comentó.

El abogado Paz recalcó que estas personas no la pasan bien en la cárcel. “Ingresan a un mundo que es totalmente ajeno a ellos. Encima, los regímenes de visita no son los mismos. Apenas si pueden visitarlos dos veces a la semana si es que cuentan con autorización judicial. No todos se adaptan y hasta terminan perdiendo la vida”, explicó.

Conrado Saravia (31) fue un tucumano que quedó detenido en agosto de 2023 por intentar ingresar 35 kilos de cocaína de Bolivia a Aguas Blancas, en nuestro país. Hace menos de dos semanas fue asesinado por un compañero de encierro.

La abogada Santillán dijo que las leyes argentinas contemplan beneficios para las personas que colaboran con las investigaciones. “No se animan a contar todo porque saben que si los narcos los encuentran en la calle es porque los delataron. Una mula que habla es asesinada. Hay programas de protección, pero no duran para toda la vida”, comentó. “También son pocos los narcos que cumplen con la promesa de que se harán cargo de su situación y de la de su familia si son atrapados. Ahora, por ejemplo, defiendo a una chica porque me paga su madre que es empleada doméstica”, finalizó.

Volando y caminando

Todos los sistemas de envíos de droga se incrementaron durante este año. Pero los aumentos más importantes se dieron en los sistemas de traslado en avionetas, tours de compras y caminando. Salvo este último, en los otros la suba de decomiso superó el 400% en menos de 12 meses.

En el caso de los vuelos narcos, los especialistas no dejaron pasar en alto un detalle: sólo secuestraron cargamentos de cocaína en la región o vuelos que habían partido de Bolivia u otra provincia del NOA con destino a Santa Fe, Córdoba o Buenos Aires. En 2023 se incautaron 456 kilos de esa sustancia que fue dejada en Salta y luego transportada a Rosario. Mientras que hasta el lunes fueron 2.366 los kilos de este estupefaciente decomisados.

Las autoridades no dudaron en señalar que esta suba tiene una sola razón: el sistema de radar instalado en un lugar de Santa Fe (no se informa el lugar exacto por cuestiones de seguridad) que vigilan los cielos. Pero los resultados podrían ser mucho mejores por una sola razón: el alcance del aparato llega hasta el sur de Santiago del Estero. Jujuy, Salta y Tucumán quedan fuera de los controles.

“La provincia no tiene la autoridad para controlar los cielos, por eso reforzamos el Operativo Lapacho”, aseguró el secretario de Lucha contra el Narcotráfico Jorge Dib. “Hay muchas sospechas de que las avionetas aterrizan o lanzan sus cargas en campos del sur de Salta o en el este de Santiago del Estero para evitar ser descubiertas”, explicó el funcionario.

Los envíos de droga a pie o, mejor dicho, sobre las espaldas de los bagayeros sigue siendo uno de los sistemas más artesanales de transporte de sustancia. Hay una razón de ser: en los 742 kilómetros de frontera entre Salta y Bolivia hay sólo un paso habilitado. Sin embargo, fuentes de la Nación reconocieron que en los últimos tiempos se registraron más de 120 pasos clandestinos. Por eso no extraña que en este año se hayan secuestrado 724 kilos de estupefacientes, mientras que en 2023 fueron 309 kilos.

El aumento de más del 135% viene de la mano de la violencia. En los últimos tiempos, gendarmes protagonizaron enfrentamientos con los bagayeros que se resistieron a ser capturados. Esos choques registrados en medio de la selva dejaron el saldo de al menos un muerto y de varios heridos.

Hay otro detalle: el secuestro al azar de drogas evita que lleguen a las calles, pero rara vez se sabe quién es el dueño de la carga. Llegar hasta el proveedor puede tardar meses o años.

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