No entiendo ni cabe dentro de mi pequeño cerebro tanto ensañamiento y agresión permanente a la sociedad argentina y especialmente a nuestro segmento de viejos, uno de los más desprotegidos. Desde el primer día de este mes se ha sumado una nueva disposición del PAMI, por la cual se suprime el beneficio con el descuento del 100 % de los medicamentos incluidos en el vademécum y que son imprescindibles para la mayoría de los afiliados a nuestra obra social, obligando a todos aquellos que no superen los $398.000 (una jubilación mínima y media) que deberán completar una burocrática declaración jurada para continuar percibiendo dicho descuento, sujeto a la aprobación previa de las autoridades; el resto de los afiliados quedaremos totalmente excluidos. Mensualmente concurro a la farmacia para retirar los medicamentos del mes, que en el curso del año aumentaron cerca del 500 % y sin miras a que se frenen, y observo la odisea de los viejos afiliados que se ven obligados desechar medicamentos imprescindibles recetados para su supervivencia. Todos los que hemos aportado como en mi caso particular casi 40 años, para gozar de nuestro merecido “jubileo “ hoy nos vemos con la tremenda frustración, que se transformó en un anhelado sueño. Ya que el Presidente pregona contra viento y marea que escucha y se rige por “las voces del cielo”, le sugiero que respete los “10 mandamientos” de la Biblia, que no solamente hay que declamarlos , sino practicarlos y de esa manera cumplirá con su obligación para con el pueblo que lo llevó al poder. No solamente aplicando la motosierra logrará su objetivo. Debe actuar con humildad e incorporando la humanidad, despojándose de la prepotencia, respetando los derechos adquiridos amparados por la Constitución, que juró respetar.
Federico Yurcovich