A ocho años de la muerte de Matías Juárez, su madre exige justicia: "Es un desgaste emocional"
Pasaron ocho años desde que Matías Juárez perdió la vida tras una cirugía de amígdalas y adenoides realizada en una clínica privada de Tucumán. Hasta el día de hoy, su madre, María Luna, continúa luchando por justicia en un proceso judicial que describe como lleno de "favoritismos y chicanas".
María expresó su frustración en diálogo con LA GACETA, en la cual señaló que la causa de su hijo de ocho años, caratulada como homicidio culposo, permanece en proceso de elevación a juicio desde hace tres años, pero sin una fecha concreta para el inicio del juicio oral y público.
"Actualmente, los imputados —Álvaro Páez, Federica Castro y Florencia Jerez— han solicitado una probation, ofreciendo un resarcimiento económico y donaciones a un comedor. Nos hemos opuesto a esto con mi abogada porque la ley no lo permite en casos como el de Matías, que incluyen inhabilitación penal", explicó. Según María, esta situación llevó a múltiples apelaciones y recusaciones que mantienen la causa estancada.
La lucha contra la prescripción
Uno de los temores más grandes de María es que la causa prescriba. "Llevamos ocho años y un mes sin Matías. Hemos enfrentado un proceso lleno de irregularidades, donde el Poder Judicial permite que los abogados defensores de los imputados presenten planteos que sólo dilatan el juicio. Pareciera que hay favoritismo hacia ellos", sostuvo.
María también criticó duramente los tiempos judiciales: "Tardan meses en resolver cuestiones básicas. Mientras tanto, la causa sigue dando vueltas entre el juzgado y la Corte Suprema, y cada decisión parece diseñada para ayudar a los imputados".
Un precedente en materia de salud pública
El caso de Matías podría sentar un precedente en la provincia, al ser uno de los primeros juicios por mala praxis que llegaría a juicio oral en Tucumán. Sin embargo, la demora en el proceso judicial amenaza con desdibujar ese impacto.
"Mi hijo murió desangrado porque se violaron protocolos básicos de atención médica. Esto no es una cuestión económica; lo que busco es justicia. Quiero que los responsables enfrenten el juicio que corresponde", declaró con firmeza.
El costo emocional de la lucha
María describió el desgaste emocional que enfrenta como madre y querellante. "Es un proceso agotador. Ir a los tribunales y ser maltratada por el personal judicial, soportar las malas caras y el desdén... Pero no voy a permitir que la muerte de mi hijo quede impune. Matías no era un número; era un niño, mi hijo, y su vida importa", expresó entre lágrimas.
Un llamado a la Justicia
"Lo que pido al Poder Judicial es que fije una fecha para el juicio oral y público. Quiero que se haga justicia por Matías, porque él no se merece quedar en el olvido", concluyó.