La expresión "cerebro roto" fue elegida como la palabra del año 2024 por la editorial de la Universidad de Oxford. Este término describe el deterioro mental o intelectual que se atribuye al consumo excesivo de contenido digital trivial, especialmente a través de pantallas y redes sociales. La elección, basada en una votación de más de 37,000 personas, refleja la preocupación global por el impacto de la vida digital en la salud mental. Según Oxford Languages, el término encapsula cómo los contenidos superficiales influyen en el uso del tiempo libre y el bienestar mental, con una resonancia particular entre los jóvenes.
Aunque el concepto de "cerebro roto" ganó popularidad recientemente, sus raíces datan del siglo XIX, cuando Henry David Thoreau lo utilizó en Walden para criticar la superficialidad en el pensamiento de su época. Hoy, se aplica al consumo masivo de contenido digital, señalando el impacto de plataformas como TikTok y otros espacios de entretenimiento en línea. Si bien aún no es reconocido como un diagnóstico médico, investigaciones recientes han documentado efectos negativos relacionados con el uso excesivo de dispositivos digitales.
Estudios en Estados Unidos y Europa han vinculado el tiempo frente a pantallas con síntomas de depresión, TDAH y dificultades en la regulación emocional, especialmente en adolescentes. Un análisis prospectivo de la Universidad de California, que siguió a más de 9,500 adolescentes durante dos años, encontró asociaciones entre el uso de redes sociales, videojuegos y videos en streaming con problemas de salud mental. Alteraciones en regiones cerebrales clave, como el sistema de recompensa y el control ejecutivo, fueron identificadas como posibles consecuencias del uso excesivo.
En España, investigaciones también han destacado cambios en el control cognitivo y la conectividad funcional del cerebro debido a la adicción a internet y los teléfonos inteligentes. Estas alteraciones incluyen disfunciones en el sistema de recompensa y un deterioro en la capacidad de tomar decisiones y regular emociones. Los especialistas llaman a implementar programas educativos para fomentar un uso más equilibrado y saludable de la tecnología, con el objetivo de prevenir daños cognitivos y emocionales en los jóvenes.
El término "cerebro roto" no solo señala un fenómeno cultural, sino que también invita a reflexionar sobre el equilibrio entre la vida digital y la salud mental. Según el psiquiatra Juan Vasen, la expresión captura cómo los jóvenes, aunque desarrollan habilidades digitales, enfrentan desafíos para trasladarlas a la vida real, lo que puede generar aislamiento y dificultades sociales. Este panorama resalta la importancia de un uso consciente de las tecnologías en todas las etapas del desarrollo humano.