Otra vez la violencia le ganó al fútbol: graves incidentes en el duelo que Sportivo eliminó a Atlético Concepción
Otra vez la violencia terminó ganando en el fútbol del interior, más precisamente en Tucumán. Cuando Matías Soria, Sportivo Guzmán, marcó el tercer gol para su equipo, se desató la locura en el estadio “José María Paz”. El "Juliano" le ganaba 3-0 a Atlético Concepción (global 3-1) y estaba logrando la clasificación a los cuartos de final de la Región Norte del Regional Federal, instancia en la que esperaba Graneros.
En ese momento, los hinchas del "León" invadieron el campo de juego y atacaron salvajemente a los jugadores de Sportivo Guzmán. Apenas unos cinco efectivos de infantería que trataron, con sus escudos, de salvar la integridad de los mismos en el banco de suplentes.
Mientras que en el otro sector de la cancha, la terna arbitral encabezada por Agustín Marto trataba de llegar al vestuario, con proyectiles que rebotaban en los escudos de la policía.
Con el refuerzo de otros seis efectivos de Infantería, los jugadores pudieron correr hacia el vestuario ante una lluvia de proyectiles. Finalmente los jugadores del "Juliano" pudieron abandonar el estadio una hora después. Fueron directamente al hospital Centro de Salud, para ser revisados por las heridas sufridas. ¿Qué pasará con esta historia? Lo decidirá el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal de AFA.
En lo deportivo, Santino Lucena Chamorro puso el 1 a 0, a los 20 minutos para el "Juliano". Pero a los 26, Marto expulsó a Luis Juárez en el local. Los jugadores de Atlético Concepción reclamaron en vano. La infracción no era para tarjeta roja y eso desató la primera ola de reclamos. El juez tuvo que recurrir a la asistencia policial para calmar los ánimos.
Ahí hubo un primer aviso. Algunos hinchas ingresaron al campo de juego, pero los jugadores lo convencieron que vuelvan a sus lugares. Pese a jugar con "10" hombres los "Leones" tuvieron aproximaciones sobre el arco de Nahuel Abregú.
El complemento fue todo de Sportivo. En un partido desvirtuado. Supo manejar muy bien el contragolpe y Gustavo Castillo puso el 2 a 0. Y más allá que el local fue con mucho amor propio en búsqueda de la heroica, fue Gonzalo Ontivero el que tuvo dos claras pero definió muy mal. Hasta que llego el tercero de Soria. Y comenzó otra página oscura y llena de violencia en el fútbol tucumano.