“Mejor un coro de niños que un coro de ángeles”

“Mejor un coro de niños que un coro de ángeles”

El impacto que genera que los niños hagan tomar conciencia a los adultos debe movilizar a la sociedad para acentuar la educación vial.

Hace 2 Hs

Toda campaña, llevada a cabo por el Estado, por privados o por asociaciones civiles, que persiga el objetivo de cuidar la salud y la vida de la población resulta positiva y debe ser celebrada. Pero cuando en estas participan niños, el mensaje adquiere un plus: se trata de hijos, de sobrinos y de nietos, que desde su corta edad interpelan a los adultos, y les reclaman que sean responsables. Que se vacunen para protegerse de enfermedades potencialmente mortales; que no consuman sustancias tóxicas, que terminan lacerando la familia, los amigos, el trabajo y demás vínculos sociales; que obedezcan las señales de tránsito, que respeten al peatón y al ciclista. Y que usen casco, como la campaña que ya circula por redes sociales y por medios, impulsada por algunas empresas tucumanas -entre ellas, Yuhmak y LA GACETA-, y protagonizada por el coro de niños y jóvenes del Ente Cultural de Tucumán, dirigido por Ana María Ternavasio.

“Mejor un coro de niños que un coro de ángeles”, cierra el spot, luego del breve, pero contundente canto. La letra no solo pide que al andar en moto se utilice correctamente el caso, sino también que no viajen tres personas en el vehículo -y, mucho menos, un bebé-, que el motociclista esté atento a los espejos, que no lleve auriculares y que no manipule el celular. Nada que al sentido común no le resulte obvio. “El mensaje era fundamental. A partir de los niños podía llegar mejor al resto de la población, para que se cumpla el objetivo. Fue una idea fantástica en la que se involucraron los chicos que están siempre con las antenitas así, dispuestas para hacer cosas”, dijo la directora.

En la Argentina, los siniestros viales son una de las principales causas de muerte, y los motociclistas representan un alto porcentaje. El casco no es un mero accesorio, sino una herramienta que salva vidas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el uso adecuado de cascos -es decir, del tamaño correcto y ajustado- puede disminuir hasta el 69% el riesgo de sufrir lesiones graves en la cabeza, y un 42% las probabilidades de morir en un accidente. Sin embargo, en la Argentina se advierte la histórica falta de una cultura vial adecuada. La alta prevalencia de accidentes en motos refleja la ausencia de controles, pero también, y sobre todo, la necesidad de una mayor educación vial. Y ahí es donde la campaña “Mejor un coro de niños que un coro de ángeles” adquiere una fuerte importancia. Insistimos: estos niños y adolescentes les están hablando a sus padres, a sus tíos, a sus abuelos. Les están exigiendo que se protejan para que puedan, en definitiva, protegerlos a ellos.

Más empresas, más organizaciones de la sociedad civil y el propio Estado deben sumarse a esta campaña. Y deben generarse nuevas, similares. Que, como “Ponete el casco”, apelen a la originalidad y a la creatividad. Este enfoque educativo tiene el potencial de complementar las medidas legales y de reforzar el mensaje desde una perspectiva más humana y cercana. El uso del casco debería ser visto como un compromiso con la vida.

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