Ayer, jueves 28 de noviembre, se cumplieron ocho años de una de las tragedias más grandes del deporte: el avión que trasladaba a Chapecoense a Colombia, para jugar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, y dejó 71 fallecidos. Neto, ex defensor del club brasileño y uno de los sobrevivientes, revivió el fatídico hecho en una entrevista.
“Soñé que sucedería. Unos días antes de que partiéramos para la final de la Copa Sudamericana en Colombia, tuve una terrible pesadilla. Cuando desperté, le dije a mi esposa que había estado en un accidente de avión. Estaba en el avión por la noche y llovía mucho. Entonces el avión se apagó. Cayó del cielo. Pero de alguna manera pude levantarme de los escombros. Salí y estaba en una montaña por la noche. Todo estaba oscuro. Eso es todo lo que recordaba”, relató Neto, en diálogo con “The Players Tribune”.
“El día del viaje a la final, no pude sacar la pesadilla de mi mente. El sueño fue tan vívido. Estaba martillando en mi mente. Entonces le envié un mensaje a mi esposa desde el avión. Le dije que orara a Dios para que me protegiera de ese sueño. No quería creer que realmente iba a suceder. Pero le pedí que orara por mí”, agregó el ex defensor.
Neto relató cómo fueron los momentos del accidente de Chapecoense
“Luego vi que todas las cosas del sueño sucedían realmente… El avión se apagó. La fuerza cayó por completo. Estaba completamente despierto… Y el avión cayó del cielo”, continuó Neto, que se despertó en el hospital, tras ser rescatado.
“Vi que mi padre estaba sentado en la silla llorando. Todos los médicos entraron en la habitación. Mi madre y mi padre estaban ahí. Mi hermana. Un psicólogo. Pastor. Me dijeron que tenían algo que decirme”, subrayó el brasileño. “Fue uno de los momentos más duros de mi vida”, completó.
Neto fue apenas uno de los seis sobrevivientes del accidente. Prácticamente todo el plantel y el cuerpo técnico del conjunto brasileño falleció ese día. El defensor fue encontrado bajo el fuselaje del avión y trasladado al hospital, donde fue atendido por fracturas expuestas, requiriendo incluso asistencia ventilatoria mecánica. Durante dos años, debió asistir a rehabilitación, y nunca pudo volver a jugar al fútbol de manera profesional.