Quizás, encontrarse con una persona hablando sola en la calle puede llamar la atención. Sucede que muchas personas conversan con ellas mismas en voz alta. Según la Psicología, esta acción puede ser sumamente positivo para nuestro bienestar.
Hablar en voz alta para uno mismo es una experiencia que, lejos de parecer un acto de locura, puede ser beneficioso para nuestra salud mental y cognitiva. Se trata de algo perfectamente normal y existe un conjunto amplio de personas que lo realizan.
Según Thomas Brinthaupt, profesor emérito de psicología en la Universidad Estatal de Middle Tennessee, quien se ha dedicado a estudiar este tipo de diálogos, personas que pasan mucho tiempo solas, quienes están atravesando un momento de mucho estrés o niños y adultos mayores pueden servirse del diálogo en voz alta en muchas ocasiones.
Los beneficios de hablar solo y en voz alta según la ciencia
Ayuda memoria
Los beneficios de hablar solo son múltiples. De acuerdo con Gary Lupman, profesor de psicología de la Universidad de Wisconsin-Madison, quien se dedicó a estudiar estas charlas privadas, el hablar solo puede facilitar la resolución de problemas y mejorar el rendimiento en una tarea. Uno de sus estudios consistió en pedir a las personas que buscaran diferentes objetos, como una imagen de un tenedor entre un conjunto de fotografías al azar. Cuando los participantes dijeron el nombre de lo que buscaban en voz alta, pudieron encontrarlo mucho más rápido que cuando no lo hicieron. "Decirlo en voz alta ayuda a mantener activa su apariencia visual en la mente mientras buscamos", destaca. Esta puede ser una gran estrategia para cuando perdemos la llave del auto. Quizás decir “llaves, llaves, llaves” mientras corremos por casa pueda hacer que aparezcan más rápido.
Motivación
El diálogo interno también puede ser motivador, señala Lupyan. En una experiencia científica, los jugadores de basketball se desempeñaron mejor y más rápido cuando hablaban en voz alta sobre sus movimientos de una manera alentadora o instructiva. También puede ayudar a mantener la concentración, especialmente en una situación que requiere muchos pasos diferentes. “El lenguaje es bueno para secuenciar cosas”, agrega. “Ayuda a las personas a mantenerse concentradas en una tarea y saber cuándo cambiar”.
Regular emociones
Brinthaupt, por su parte, considera que el diálogo interno es un termostato, una herramienta que puede ayudar a ajustar la temperatura de las emociones diarias. Hablar con uno mismo puede guiarnos hacia nuestros objetivos y proporcionar una retroalimentación valiosa. Podemos utilizar el diálogo interno para todo: criticarnos, darnos un aliento, averiguar qué debemos hacer a continuación o analizar una tarea difícil. Tal vez nos encontremos hablando en voz alta para practicar lo que vamos a decir antes de conocer a alguien por primera vez, o si nos arrepentimos de lo que dijimos durante ese encuentro, podemos animarnos después.
Desahogo
Hablar en voz alta también puede ser una forma de desahogarse. El ejemplo clásico, dice Brinthaupt, es decir “malas palabras” en voz alta, que pueden actuar como una forma de desahogarse y ayudar a sentirse mejor. También puede haber, sorprendentemente, un aspecto social, en cuyo caso el diálogo interno difumina la línea entre la comunicación intrapersonal e interpersonal. “Es una forma de hacer saber a otras personas, directa o indirectamente, lo que estamos pensando o sintiendo”, advierte el especialista. “Quizás hable conmigo mismo en voz alta para hacerle saber a mi esposa que estoy realmente enojado o frustrado. Estoy hablando conmigo mismo, pero sé que ella está cerca y lo escuchará, y podría responder y podríamos hablar de ello”.