Mientras espera el avión que lo trasladará desde Puerto Rico a Argentina, Enrique Romero respira aliviado con la tranquilidad de quien logró sus objetivos. “Estamos contentos por volver a nuestros pagos, comenzamos el viaje hoy y llegamos a Tucumán el sábado. Como todo deporte amateur es todo low cost”, dice preparándose para un viaje con varias escalas, pero su estado de felicidad no se modifica por nada del mundo: él y sus hijos vuelven de Puerto Rico con medallas de oro desde los Juegos Panamericanos de Taekwon-Do ITF.
“Haber llegado aquí con mi hija Agostina y Enrique, es algo único porque además lo vivís con con esa euforia familiar que es distinta. Donde toda la rutina del día y de la vida está adaptada a los entrenamientos, a conseguir los fondos. No solo logramos un viaje juntos y de competencia. Estamos todos involucrados en un proceso de entrenamiento, dieta, gimnasia, psicólogos y un montón de cosas necesarias para ser un deportista de elite”, reflexionó Enrique, de 40 años.
La delegación argentina estuvo presidida por el Gran Maestro (GM) Adolfo Villanueva, de la provincia de Tucumán, presidente de la Federación Argentina de Taekwondo, y el GM Osvaldo Ríos Olivero, presidente del Concilio Panamericano. “Fuimos una delegación de más o menos 22 personas, con gente de Santiago del Estero y de Chaco. Por suerte tuvimos la oportunidad los cuatro tucumanos de subir al podio con medallas de oro, tanto en categorías individuales como por equipo”, remarcó el taekwondista.
La más destacada de la delegación fue Agostina Romero (19 años) que trae a Tucumán la medalla de oro en Lucha y en Formas, a diferencia de Enrique, Enrique (h) de 16 años y Lautaro Moreno (20) que solo ganaron en Lucha. “Para mi como papá es un orgullo tremendo verlos sobre todo por el sacrificio que le ponen para estudiar, pero también para abocarse de llenos a una competencia como la que tienen. Es un muy lindo”, respondió Enrique desde la ciudad de Peñuelas.
Los Romero y Moreno fueron integrantes de la Selección Nacional que se coronó en Lucha de equipo, una competencia a mejor de cinco peleas y derrotaron a Chile por 3-0, luego de haber dejado en el camino a Canadá y a Puerto Rico. “Fue una competencia muy dura, hay que tener personalidad para competir en Latinoamérica, son competidores durísimos”, dijo Romero.
De la competencia, Romero destaca que el escenario fue emocionante. “El nivel es distinto a lo que acostumbramos a ver en Europa y Asia, la localía se hace sentir, el bullicio es tremendo. Es una pasión parecida a nuestro país, nos sorprendió y fue un placer estar aquí y ganar. El agradecimiento con todas las personas que nos ayudaron a llegar aquí es interminable, esta es una disciplina amateur y sin ayuda resulta imposible obtener todos estos logros”, remarcó.
Antes de terminar la llamada Romero celebró el cierre de año y demostró estar ansioso por el 2025. "Los tres somos campeones nacionales e integramos la Selección desde Bulgaria 2019, el año pasado en Kazajistán fui subcampeón del mundo. Ahora los tres estamos clasificados al Mundial de Taekwondo que será en octubre en Venecia, Italia", finalizó el papá con una sonrisa que se percibía a pesar de la distancia.