Un refuerzo tan importante como inesperado. Así podría calificarse el regreso de Ezequiel Vázquez a Monteros Vóley para disputar la temporada 2024-25 de la Liga Argentina de Vóleibol. El joven armador del equipo “Naranja” (habitual convocado a la selección argentina) jugará su segunda temporada con el club monterizo, que tiene grandes aspiraciones.
¿Por qué inesperado? “Tenía la posibilidad de jugar en un equipo de Europa, y a último momento ese club se bajó de su liga por cuestiones económicas”, explicó Vázquez, en diálogo con LA GACETA. Eso llevó a que, muy cerca del cierre del mercado de pases, se quedara en una situación complicada. Y allí es donde resurgió la posibilidad de volver al club tucumano, en donde ya había jugado la pasada temporada.
Para eso fueron claves Lucas Frontini, presidente y capitán de Monteros Vóley, y Leonardo Patti, el entrenador. “Me dieron una mano y la posibilidad de integrar el plantel”, subrayó, agradecido.
Vázquez no es un jugador más para el vóley argentino. Desde chico integra seleccionados nacionales: en distintas etapas, consiguió el quinto puesto en el Mundial U19 de 2021 y el cuarto lugar en el Mundial U21 de 2023. Y desde el año pasado, cuando consiguió la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, integra también el seleccionado mayor. Además, tras el retiro de Luciano De Cecco de la “albiceleste”, Vázquez aparece como uno de los candidatos a pelear por el puesto de armador en el equipo de Marcelo Méndez pese a sus cortos 20 años.
“No sé si lo esperaba tan rápido, pero soy consciente de que siempre trabajé para estar cada vez más cerca de entrenarme en el CeNARD. Es un orgullo. Lo conseguí desde muy chico y espero seguir así”, señaló.
El armador detalló la presión y la exigencia a la que se ven sometidos los integrantes del seleccionado en cada práctica. “Es como volver a cero. No te podés relajar en ningún momento porque en todos los entrenamientos físicos y de pelota estas rindiendo examen”, relató el armador, dejando en claro que es una competencia “sana”. “No hay nada más lindo que representar a tu selección. Cada torneo tiene algo especial, son experiencias únicas”, aseguró.
Vázquez recordó la medalla de plata conseguida en los Juegos Panamericanos del año pasado, en los que compartió plantel con jugadores históricos del vóley argentino como Facundo Conte, Bruno Lima (medallistas olímpicos en Tokio 2020) y Demián González. “Fue una locura estar en la Villa Panamericana. Allí coincidí con muchos atletas de alto nivel. Compartir con Facundo, Bruno y la ‘Mumi‘ (González) fue excelente porque son jugadores de un nivel superlativo. Me pude llevar pequeñas cosas de cada uno, e integrarlas a mi carrera”, indicó.
El amor de Vázquez por el vóley comenzó desde muy chico, y fue motivado por su padre, ex jugador y entrenador. “Cuando tenía tres años ya lo acompañaba en todos los partidos, y estaba todo el tiempo mirando vóley y jugando con la pelota. Mi papá me contagió esa pasión y vivirlo de tan chico me hizo empezar a jugar”, relató.
De hecho, fue justamente su padre quien le aconsejó jugar de armador, puesto en el que hoy se destaca. “Cuando sos chico jugás de todo y en lo que te destacás más terminás jugando. Mi papá siempre me dijo que si yo quería jugar en un buen nivel cuando sea más grande, tenía que ser armador, porque no me daban las condiciones físicas”, recordó. “Mientras pude hice ambas cosas, atacar y armar. Pero siempre me gustó armar, así que le hice caso. Lo elegí con vistas a futuro”, completó.
El comienzo de la temporada fue irregular para Monteros Vóley, que tuvo como punto más destacado el pase a semifinales en la Copa Aclav. Pese a eso, el club apunta alto. “El objetivo es tratar de pelear los primeros puestos de la Liga y estar en el podio en la Copa Aclav”, señaló Vázquez.
El armador aseguró que el comienzo de la temporada no refleja, necesariamente, el potencial del equipo. “Los primeros partidos estás tenso, con nervios, y jugás con compañeros nuevos que quizás no estás acostumbrado. A medida que fueron pasando los partidos, nos fuimos soltando y demostramos el nivel que puede llegar a tener el equipo”, analizó.
Mientras tanto Vázquez, que además del vóley realiza cursos de desarrollo web y programación (“estoy viendo si me engancho para estudiar la carrera”) disfruta de la tranquilidad y la pasión de Monteros. “Me llamó la atención la seguridad. Te da confianza para salir a la calle de noche y recorrer el pueblo sin ningún tipo de peligro”, reconoció, al tiempo que destacó la calidez humana. “Eso hizo que me sea muy fácil adaptarme”, remarcó.
Con apenas 20 años, Vázquez es una de las grandes promesas del vóley argentino. Y esta temporada, otra vez, lo disfrutará Monteros Vóley.